El presidente argentino, Alberto Fernández, mantuvo una charla este 26 de agosto con la directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, para presentar la propuesta de un programa económico con el apoyo del FMI para superar la crisis económica que atraviesa el país, la cual ha sido agudizada por el advenimiento de la pandemia del Covid-19. Considerando que la provincia de Buenos Aires (PBA) es la de mayor peso económico y demográfico del país, y también la más golpeada por la pandemia, lo cual se ha reflejado en el poco éxito en las renegociaciones de la deuda con los tenedores internacionales, ¿puede esta nueva iniciativa por parte del Estado argentino impulsar la confianza en una renegociación exitosa de la deuda con los tenedores de bonos extranjeros? El optimismo existe, pero los desafíos no son sencillos.
La provincia de Buenos Aires constituye la región argentina que posee mayor extensión y población, con el 8,2% del territorio nacional y habitada, en 2010, por el 38,5% de los habitantes del país, según datos de la Cepal de 2019, con un Producto Geográfico Bruto de alrededor del 34% de la producción nacional.
Durante el primer trimestre de este año, el indicador trimestral de la actividad económica de la provincia registró una caída de 6,1%, acusando así el impacto de la irrupción de la pandemia Covid-19. En abril la recaudación se redujo 30% con respecto a marzo, provocado por caídas importantes en la recaudación inmobiliaria, automotor, entre otros. En menos de dos años, la PBA dejó de recaudar aproximadamente ARS 42 millones por la pérdida en el cobro de impuesto a los Ingresos Brutos producto del Pacto Fiscal que firmó el entonces gobierno de la entidad con el Estado nacional.
No obstante, con la apertura de diversas actividades en las últimas semanas, los ingresos brutos han crecido considerablemente, a tal punto que en julio alcanzaron 11,58% con respecto a junio. Esto ha permitido reducir el impacto de la caída de los ingresos fiscales, aunque, con un nivel inflacionario cercano al 50% anual, este alivio se ha visto erosionado resultando ser insuficiente.
Deuda pública. En los últimos cinco años, el stock de deuda de la PBA ha mostrado un incremento del 16,6%, pasando de US$ 9.362 millones en el 2015 a US$ 10.913 al cierre de 2019. El 77,1% en dólares, con una proporción de solo el 16,3% denominada en moneda local.
De igual forma, al detallar la composición de los acreedores de la deuda de la provincia se observa una redistribución entre el gobierno nacional y tenedores de bonos internacionales desde 2006 hasta el cierre de 2019. En 2006, el 60,6% de la deuda había sido contraída con el gobierno nacional y el 26,6% había sido financiado por emisión de bonos bajo ley extranjera. Al cierre de 2019, el 68% del financiamiento de la Provincia eran a través de emisión de bonos bajo ley foránea y el 5,1% correspondía a préstamos con el gobierno nacional. El resto de la deuda se divide entre bonistas locales (18,6%) y organismos multilaterales de crédito (7%).
Además, al analizar los ratios de solvencia de la deuda de la Provincia, se ve un fuerte incremento del coeficiente de deuda pública como porcentaje del Producto Bruto Geográfico (PBG) entre 2015 y 2019, período en que pasó de 5,9% a 8,9%. En 2018, con la crisis cambiaria, hizo que este coeficiente alcanzara el 9,7%.
Según un informe del Ministerio de Hacienda, el total de las deudas de las provincias alcanzaron en 2018 el 7,6% del PBI nacional, el mayor porcentaje desde 2010. A su vez, comparando la deuda de las provincias en 2019, las de mayor endeudamiento con relación al tamaño del PBG, figuraron Tierra del Fuego (con una ratio deuda/PBI de 33,7%), Jujuy (24,8%) y La Rioja (18,7%), mientras que las de menor endeudamiento se encontraron La Pampa y San Luis (con casi el 1% del PBG). De esta forma, la PBA, con un endeudamiento del 8,9% del PBG, se encuentra en un nivel intermedio de endeudamiento.
Si se consideran otros parámetros como el de la deuda como porcentaje de los ingresos corrientes netos, la perspectiva cambia, dado que la provincia de Buenos Aires se ubica bajo este criterio con un coeficiente superior al 66%, situándola en el tope de las provincias con mayor endeudamiento en conjunto con la provincia de Jujuy (82%) y Chubut (64%), destacando que el consolidado de endeudamiento nacional se ubica en 12,5%.
Renegociación. Evaluando los próximos vencimientos de deuda en dólares de las provincias, la PBA destaca por tener el mayor monto de bonos bajo ley extranjera (capital más intereses) para el período entre 2020 y 2023. En general, las provincias enfrentarían vencimientos de capital e intereses en divisas por un importe de US$ 2.856 millones para 2020, de los cuales US$ 1.928 corresponderían a la PBA.
El 23 de abril, el gobierno de Axel Kicillof presentó la primera propuesta de renegociación, la cual incluía un período de gracia de tres años, una reducción de intereses de 55% y un descuento de 7% en el pago de capital y una extensión de los plazos de vencimientos. Por medio de esa oferta, Kicillof buscaba reestructurar 11 bonos y entregar a cambio otros 6 con vencimientos hasta 2040 con el objetivo de lograr un ahorro de US$ 5.000 millones en los próximos cuatro años. Solo obtuvo el apoyo del 20% -25% de los bonistas, insuficiente para llevar a cabo el proceso de renegociación.
Hasta ahora, el gobierno de Axel Kicillof acumula la sexta prórroga de canje de deuda, en la que se mantiene el diálogo con los acreedores para lograr un acuerdo para reestructurar US$ 7.148 millones de deuda emitida bajo legislación extranjera. El plazo de extensión del período para la adhesión a la propuesta de reestructuración de deuda bajo legislación extranjera se extendió hasta el 11 de septiembre.
Durante el quinto período del proceso de negociación (con vencimiento al 14 de agosto), el gobernador de la PBA y su equipo económico presentaron una nueva propuesta a los acreedores, que tomaba en consideración un conjunto de sugerencias presentadas por el comité directivo de tenedores de bonos de la Provincia.
Tras el acuerdo de deuda a nivel nacional y la incorporación de las mejoras en la propuesta del gobierno bonaerense, se preveía que habría una mayor oportunidad de alcanzar un acuerdo preliminar, sobre todo contemplando que los acreedores involucrados en esta negociación son casi los mismos que participaron en la reestructuración de la deuda soberana nacional. Sin embargo, las posiciones entre ambas partes aún se encuentran muy distantes como para alcanzar un acuerdo.
A principios de agosto, en medio de la discusión de canje de la deuda externa y de una larga discusión entre el senado y el gobierno provincial, la administración de Axel Kicillof logró el acompañamiento de los distintos poderes para aprobar un endeudamiento por US$ 500 millones y 28 mil millones de pesos a una tasa promedio del 2%, con el fin de atender los efectos de la pandemia del Covid-19 sobre la economía de la Provincia. La medida establece la posibilidad de tomar deuda con organismos multilaterales por US$ 500 millones.
Ante este panorama, los avances de la reestructuración de la deuda de Argentina con el FMI resultan clave para el proceso de renegociación de las provincias, dado que de alcanzar un acuerdo permitiría al país avanzar en un programa de plan económico, lo que daría pie a la tan necesaria reactivación. Bajo este escenario, Buenos Aires se beneficiaria de forma directa al ser la provincia económicamente más importante del país, traduciéndose en un incremento de confianza en las perspectivas económicas, facilitando el acuerdo entre la Provincia y los acreedores.
De esta forma, es fundamental para el Ejecutivo bonaerense encarar el proceso de negociaciones con una estrategia que cuente con el acompañamiento del gobierno nacional y del equipo del ministro Martín Guzmán, para asegurar un acuerdo que contenga las mejores condiciones posibles para la provincia bonaerense.
*Director de Operaciones de Torino Economics, la unidad de investigación del banco de inversión Torino Capital.