El peronismo bonaerense atraviesa un estado de frenesí. Por primera vez los sondeos que circulan en el arco opositor indican un empate técnico entre la intención de voto al PJ y Cambiemos en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, la expectativa de vencer a María Eugenia Vidal no es lo que lo provoca, sino la indefinición sobre la candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. Es donde depositan la posibilidad de concretar ese resultado.
El acto del 13 de abril al que convocó Jorge Ferraresi en Villa Dominico por orden de la ex presidenta dejó expuesta la contradicción que afecta, principalmente, a los intendentes del Conurbano. La silenciosa e inesperada presión que ejercen derivó en un simulacro de inauguración en un complejo deportivo: la excusa para un mitin destinado a atemperar los ánimos. Lo que obligó al de Avellaneda a contratar un camión cisterna y a pedir auxilio al Cuerpo de Bomberos para llenar la pileta olímpica.
Pero no fue esa urgencia la que diluyó el probable efecto balsámico. Ni tampoco la aparente tensión entre los candidatos a competir con Vidal. A excepción de la histórica demanda de La Matanza en ese sentido, con la que lidió Máximo Kirchner frente a Fernando Espinoza: la mediación de Ferraresi evitó el naufragio del mensaje de unidad que acordaron los oradores al pie del natatorio.
Lo que inquieta a los alcaldes es la negociación pendiente por las listas de legisladores, en la que prometen conjurarse para impedir que La Cámpora se filtre en sus localidades. El trámite es crucial para lo que imaginan con posterioridad a las elecciones presidenciales. Ejercer la conducción del PJ bonaerense sin la tutela de Cristina ni la organización política que le es más fiel. Tal vez por eso no se opongan a que Axel Kicillof y Verónica Magario integren la fórmula.
Martín Insaurralde negocia con Máximo esa transición incierta sobre la base de una armonización de intereses. Tal vez explique las amistosas menciones a la intendente de La Matanza en su alocución. El convenio con el hijo de la ex presidenta le garantiza un lugar en la lista de senadores provinciales que elegirá la Tercera Sección. Coinciden en la necesidad de auditar los recursos económicos de los que podría disponer Espinoza a través de Magario si el peronismo gana las elecciones.
Quién ganaría las elecciones 2019 entre Macri, Cristina y Vidal
Auditoría. Con la mitad de legisladores y empleados que la de Diputados, se atribuye a la Cámara de Senadores financiar buena parte de la política bonaerense. El Presupuesto para este año es de 4 mil millones de pesos. Si todo ocurriese según ese cálculo, Adrián Santarelli debería mudar despacho. Junto a Eduardo Cergnull conduce la Secretaría de Relaciones Institucionales de Diputados, a cargo de la asignación y distribución de subsidios solicitados por los legisladores.
El control del área es parte del acuerdo legislativo de Cambiemos con los intendentes del PJ y Sergio Massa. Santarelli responde a Insaurralde y Cergnull es apoderado del Frente Renovador. Gracias al currículum con Amado Boudou, Santarelli goza de la confianza de Máximo. Colaboró con el ex vicepresidente desde su paso por el Municipio Urbano de la Costa. Vecino de Lomas de Zamora, retomó contacto con Insaurralde cuando Néstor Kirchner le encomendó articular una corriente bonaerense afín junto a Boudou y Diego Bossio.
La virtual consagración de Kicillof-Magario es una mala noticia para Massa, tal vez ya sin tiempo para aguardar una rebelión de los intendentes peronistas que lo consagren líder de un enfrentamiento con el kirchnerismo. Massa también especula con lo que ocurrirá en el PJ después de octubre. Pero para eso precisa resolver el presente. Algunos creen que Marcelo Tinelli ya le habría advertido que no sería su candidato a gobernador. Si fuese así, insistiría con el intendente de San Fernando, Luis Andreotti, o el diputado nacional Eduardo “Balli” Bucca.
Pero todos esos planes tienen una inconsistencia: su solvencia está atada a lo que resuelva Cristina. Daniel Scioli volvió a desafiarla. Ignorado por la mayoría de los dirigentes reunidos en Avellaneda, volvió a reclamar unas PASO “con o sin Cristina.” ¿En compañía de Agustín Rossi? El Chivo perdió consenso en el círculo que La Cámpora traza a su alrededor después de aliarse en Santa Fe a Omar Perotti y dejar fuera de ese acuerdo a Marcos Cleri y María Eugenia Bielsa.
Es lo que hizo ganar preferencias a Felipe Solá para acompañar a la ex presidenta en una eventual fórmula. Otra curiosidad de ese espacio político en estos días. Como en el caso del jefe de los diputados K y el senador nacional, parecen distanciarse quienes nunca cuestionaron su liderazgo y ganar posiciones los arrepentidos de haberlo hecho. Fernando “Chino” Navarro y Emilio Pérsico, del Movimiento Evita, y los ex Barrios de Pie Victoria Donda y Daniel Menéndez conforman su equipo de colaboradores.
A Solá no lo tranquiliza ese nuevo estatus. Pidió a sus asesores que revisen el estado judicial de Mejor, el nuevo partido político que creó. El plazo para la inscripción de frentes electorales vence el 12 de junio. El de candidaturas, el día 22. Alguien hizo rodar la versión parcialmente desmentida de un acto en el estadio de Racing o Arsenal el día 20. La misma fecha del cierre de campaña de Cristina en 2017 en el club de Sarandí.
Tal vez por la afinidad de las autoridades con el kirchnerismo, en el de Avellaneda creen que la duda es mayor que la locación. Incluiría un asunto más sensible: quién monopolizará el protagonismo. Cristina o Máximo. ¿Persistirá el misterio hasta 48 horas antes del cierre? Parece poco probable. Aunque quienes dicen conocer a la ex presidenta insisten en la congoja que le despierta la situación judicial de su hija Florencia, con quien compartirá los próximos diez días en Cuba.
Eso provoca crispación entre los intendentes. Algunos se atreven a criticar en estricto anonimato que un proceso político esté sometido a un asunto de índole personal. A otro pareció escapársele una frase inconveniente. “Que se presente y pierda, así esto se termina de una vez.” Fue hace un par de semanas. Es decir, antes que los sondeos más recientes obligasen al Gobierno a tomar las últimas medidas económicas. Varias solicitadas por Vidal. Nadie mejor que ella sabe que el peronismo está mirando hacia La Plata.