COLUMNISTAS
opinion

El trauma empresas - Gobierno

20192909_hugo_sigman_aballay_g.jpg
Hugo Sigman, dueño del Grupo Insud y fabricante local del principio activo de AstraZeneca (Archivo) | Aballay

“Capitalismo de amigos”, bautizó Roberto Lavagna el modelo de Néstor Kirchner. Antes, Carlos Menem sobreactuó afecto por los empresarios para erradicar el “combatiendo al capital” de la Marcha peronista. Cristina Kirchner, en la presentación inaugural de su libro Sinceramente, dijo que “el último gran empresario” fue José Ber Gelbard, fundador de la Confederación General Económica (CGE), que agrupaba a pequeños y medianos comerciantes, industriales y productores agropecuarios y fue ministro de Economía tanto de Cámpora como de Perón en los 70, y en su juventud, afiliado al Partido Comunista. Y Macri llevó al paroxismo el trauma empresas-Gobierno, siendo él mismo considerado un empresario y su período presidencial como “el gobierno de CEOs”.

Para Cristina, los empresarios fueron culturalizados para votar en contra de sus propios intereses

Trauma (concepto griego derivado de herida) tanto en su acepción fisiológica de lesión, como desde la perspectiva psicológica de un golpe emocional. Un nudo de excitaciones excesivo que resulta intolerable para el psiquismo, e incapaz de darle curso, afecta su percepción de la realidad y tiñe todas sus percepciones.

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El recurrente fracaso económico de la Argentina, líder mundial en caída del producto bruto per cápita y acumulación de recesiones en diferentes períodos durante el último medio siglo, no podría no tener un punto de unión con este trauma. Y el probable cambio de un gobierno supuestamente proempresario como el de Macri a otro presumiblemente antiempresario como el kirchnerista, coloca ese trauma en el centro de la escena económica argentina.

Para hablar de estos temas, el reportaje de esta edición es a otro empresario muy respetado por el kirchnerismo, que comparte con José Ber Gelbard haber sido afiliado al Partido Comunista en su juventud pero cuya obra trascendió en mucho la que podría haber representado el ex ministro del último Perón, porque Hugo Sigman construyó la séptima mayor fortuna de la Argentina según el ranking internacional de Forbes.

Desde que Marcos Galperin, el dueño y fundador de la empresa de mayor valor de la Argentina, Mercado Libre, fue a ver a Alberto Fernández a la mañana siguiente de las PASO, un gesto simbólico para todo el empresariado, el círculo rojo miró a Hugo Sigman porque fue él quien gestionó la reunión.

De los 246 empresarios que integran el grupo de WhatsApp Nuestra Voz, que apoya a Macri o no simpatiza con el kirchnerismo, Hugo Sigman es, si no el único, el más prominente integrante de los aceptados que sí simpatizan con el kirchnerismo. Una rara avis en medio de los dueños de Supermercados La Anónima, Fiat, Globant o Mercado Libre.

Hugo Sigman, además de haber fundado en 1978 –primero en España mientras estaba exiliado durante la dictadura– el Grupo Insud, especializado en farmacología con más de 8 mil empleados y presencia en todos los continentes, edita libros en España y Argentina más Le Monde Diplomatique en español, y es dueño de la productora de cine de Argentina ganadora de la mayor cantidad de premios internacionales y con la mayor cantidad de entradas vendidas: recientemente estrenó La odisea de los giles y antes El Angel, sobre la vida de Robledo Puch, Relatos salvajes, La cordillera, El clan (de los Puccio), y 100 años de perdón, entre otras.

Un atributo que completa su mirada interdisciplinaria dentro del mundo empresarial es que Hugo Sigman es psiquiatra de profesión, que no ejerce desde hace décadas pero, tras recibirse y hasta partir al exilio en 1976, fue jefe de residentes y luego director del Servicio de Urgencias del Departamento de Psiquiatría del Policlínico de Lanús y en España en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico de Barcelona.

La paradoja sobre por qué los empresarios cuyo patrimonio perdió la mitad del valor con Macri siguen votando por él encuentra su lógica cuando se pondera el temor a que una mayor rentabilidad con el kirchnerismo por un mercado creciente termine siendo nada frente a confiscaciones de activos o expropiaciones de empresas. Como la famosa frase de Lenin a comienzos del siglo pasado durante la Revolución Rusa: “Los capitalistas nos venderán la soga con que los ahorcaremos”.

Y la paradoja sobre por qué Macri, que viene de una familia de empresarios y dio protagonismo en su gobierno a directivos de empresas nombrándolos funcionarios públicos relevantes, tuvo desde el primer día una relación conflictiva con buena parte de los principales empresarios también encuentra su lógica desde la psicología y la gestión. Sigman cree que Macri cometió el mismo error que Néstor Kirchner desempoderando a los ministros. Kirchner le colocaba a cada ministro sus segundos para que le reportaran directamente a él, y Macri les colocaba a los ministros dos vicejefes de Gabinete que los supervisaran y también le reportaran directamente a él.

La paranoia, el miedo a ser traicionado y cuestiones de índole personal en la relación con la autoridad y el poder tienen más importancia que las diferencias ideológicas. Al revés de los Kirchner y Macri, se especula con que un gobierno de Alberto Fernández tendría ministros importantes y autónomos, como en los años 90 con Carlos Menem.

En un mundo más complejo, la grieta es la simplificación de los políticos. También es repetición.

a doble condición de empresario y psiquiatra de Sigman permitió también abordar la compulsión al fracaso de la Argentina desde la perspectiva de la “Neurosis de destino” a la que se refirió Freud en sus textos asociando destino con repetición y sobre la que escribí en la columna de ayer (http://bit.ly/neurosis-destino-argentina). Quienes hayan ido a ver La odisea de giles habrán tenido la sensación de que parte de las situaciones de 2001/2002 que narra la película resuenan hoy porque tienen algunos puntos de contacto con 2019/2020.

Sigman dice que “la grieta es simplificación”, sumo la idea de que la grieta es tambien repetición.