Al amarillo tan PRO le salió algún tono rojo, de esos que marcan stop. Así lo muestran sondeos en poder del macrismo, tras varios meses de avance sin prisa ni pausa, recargados con iniciativas novedosas (Carrió, Reutemann, UCR).
Ahora dejaron de salir conejos de la galera y hasta algún truco sale mal: el férreo apoyo de Macri a Rodríguez Larreta parece hacer algo de ruido en una parte de la sociedad. Y hay, claro, quienes intentan aprovechar.
Uno de ellos es Massa, que no pudo hacer pie (ni poner un meñique) en el distrito porteño y es la víctima principal del avance macrista. El tigrense movió piezas, entre ellas algunas del sindicalismo, para que ayuden a ganar a Gabriela Michetti. También en el kirchnerismo se evalúa respaldar a la senadora en las PASO. Como dan por hecho que la candidatura de Mariano Recalde es cosa juzgada, analizan mover estructura para que en las urnas del 26 ingresen boletas de Michetti.
La lógica, en ambos casos, es que un triunfo de la díscola legisladora afectaría a Macri. Y aunque éste lo niegue, ese fantasma se agitó al saber que Massa se reunió con Héctor Magnetto. Casualmente, el diario del holding se preguntó a través de una de sus firmas más conspicuas si Macri alcanzó su techo y Massa su piso.