Alegaron problemas con la agenda de Mauricio Macri, quien había viajado al interior. Sin embargo, y a pesar de que históricamente se han realizado sin el jefe de Gobierno, la habitual reunión de gabinete, una marca distintiva del PRO, se suspendió sin más explicaciones formales esta semana.
Las palabras de Gabriela Michetti sobre el juego en PERFIL, el último encuentro de ministros que terminó con una fuerte discusión y el espeso clima generado en varias comunas por la pelea territorial fueron los principales motivos que pusieron al gabinete al borde de la crisis.
“Fue muy pesada la reunión anterior, así que era mejor suspender ésta”, se sinceró ante este diario uno de los ministros. Y agregó que aunque el diálogo entre pares no se cortó, las relaciones personales se desgastaron.
Así fue: la última reunión de gabinete terminó mal. Cuando el secretario general, Marcos Peña, planteó que era injusto que el michettismo utilizara como consigna la idea de “humanizar la gestión” prácticamente todos los ministros opinaron de modo enfático. Macri, que había llegado más tarde, se fue disgustado y después pidió bajar los ánimos caldeados que se habían generado.
Uno de los temores que tenía el líder del PRO cuando intentó evitar la interna entre Gabriela y Horacio era paralizar la gestión. Hoy ya hay acusaciones por presuntas demoras en los pasos bajo nivel, que tiene a su cargo el ministro michettista Daniel Chain, y que el jefe de Gabinete quería inaugurar. “Se atrasaron las obras grandes, ninguna va a ser antes del 26 de abril (día de las PASO). Supuestamente muchas estaban para marzo”, confió uno de los ministros larretistas.
Del lado de la senadora explicaron que las obras están dentro de sus plazos y apuntaron que, en todo caso, también hubo algunas dilaciones en el Metrobus Cabildo, que depende de Guillermo Dietrich, uno de los animadores de la campaña de Larreta.
Esta semana el jefe de Gabinete les pidió a quienes lo apoyan –la gran mayoría del gabinete– que hagan campaña con él. Y ayer Larreta reunió a ocho ministros, incluidos los más poderosos: Edgardo Cenzón (Espacio Público), Néstor Grindetti (Hacienda) y Esteban Bullrich (Educación). Sí estuvo Bárbara Diez, quien comió asado con ensalada y papas fritas en un restaurante de Saavedra.