Las primeras medidas de Alberto Fernández como presidente de la Nación fueron muy significativas y permiten observar con nitidez el perfil presente e imaginar el rumbo futuro de su gestión. Algunas destacadas:
- 1. El Plan Argentina contra el Hambre ya lanzado en Concordia, que cubrirá a dos millones de chicas y chicos. Se repartirán 1.400.000 tarjetas en las que se depositarán entre 4 mil y 6 mil pesos mensuales canjeables por alimentos. El presupuesto estimado para el año entrante rondará los 60 mil millones de pesos, que dinamizarán la economía local y los pequeños comercios de proximidad.
- 2. Empleo: Acuerdo para los primeros cien días de gobierno entre empresarios, sindicatos y el Estado nacional, para fijar nuevas reglas, mejorar sustancialmente el salario mínimo y fijar paritarias libres.
- 3. Jubilados: Recomposición inmediata de las jubilaciones con un aumento general de acuerdo a la fórmula vigente en diciembre y a determinar en marzo junto a dos bonos adicionales de $ 5 mil a las jubilaciones mínimas y $ 2 mil a la AUH también para diciembre y enero.
- 4. Tarifas: Desdolarización y congelamiento semestral de las facturas de los servicios públicos. Las tarifas seguirán el ritmo de los aumentos salariales. Congelamiento “sine die” de precio de combustibles y semestral del transporte público.
- 5. Salud: Vuelve a ser ministerio. Acceso pleno y gratuito a medicamentos para los jubilados y cumplimiento del Plan de Vacunación para nuestros chicos interrumpido por el gobierno anterior.
- 6. Deuda: Negociación con el Fondo Monetario Internacional y acreedores privados bajo la consigna tradicional de las gestiones kirchneristas “para poder pagar, primero hay que crecer”.
- 7. Derechos de exportación: Adecuación a sus niveles históricos posdevaluación y una novedad muy significativa: segmentación del impuesto por niveles de producción.
El contraste con el gobierno neoliberal anterior es muy elocuente. Recordemos que finalizado el año 2015 y en los primeros días del año 2016, el presidente Mauricio Macri ya había:
- 1. Designado dos jueces de la Corte Suprema de Justicia.
- 2. Derogado la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
- 3. Traspasado las escuchas judiciales a la Corte Suprema con el fin básico de facilitar operaciones contra opositores, propiciando y propalando escuchas de manera ilegal.
- 4. Bajado o eliminado retenciones de manera fiscalmente irresponsable.
- 5. Devaluado el 30% el 16 de diciembre, bajo la fallida “hipótesis Prat-Gay” sobre lo inocuo en materia inflacionaria de la medida que empujó el índice de precios por sobre el 40% a finales del año 2016.
Para colmo, el presidente Macri realizó toda la debacle inicial por decreto, tras lo cual comenzó su primera saga de vacaciones, que finalmente constituirá la insólita cifra de 146 días de “dolce far niente” en solo cuatro años. Un registro récord por el que, no olvidemos, Mauricio Macri mereció el título de “Domador de Reposeras”.
Es evidente que, tras 25 días de gobierno, tal como lo advirtió en su campaña electoral, Alberto Fernández orienta su gestión para activar el consumo doméstico y “encender la economía”, según su metáfora, mejorando inicialmente el ingreso del 50% más pobre de la población.
Un segmento notablemente vapuleado por el gobierno anterior, que, en base a su deterioro creciente y sistemático, recordemos, hizo trepar la pobreza –según datos de la UCA, que el macrismo siempre convalidó y hoy critica– al 40,8% de la población, agregando al menos 13 puntos de carencia a los recibidos de la gestión kirchnerista, según la medición de referencia.
Se trata de 5,2 millones de personas empobrecidas, el 40% de ellas menores de 18 años, la mayoría absoluta proveniente de los segmentos medios bajos y medios que, víctimas de las políticas neoliberales, cayeron por debajo del umbral de la pobreza en apenas cuatro años.
En fin, una calamidad social que, tras la crisis del año 2001, no tiene precedentes desde la recuperación democrática.
*Director de Consultora Equis.