Fabio Calcaterra, como su hermano Angelo, primo del Presidente, copó los diarios en los últimos días con avisos a página completa de Simplot, la filial local de la empresa norteamericana de papas congeladas que controla y con la que busca ganar mercado en plena crisis. Un empresario en expansión que compite en el sector privado sin ayuda del Estado, como los que enorgullecerían a Mauricio Macri, y no uno esperando un contrato público, como su padre, Franco, o pidiendo protección frente a la competencia importada, como su hermano de la vida y flamante cónsul en Singapur, Nicolás Caputo, en Tierra del Fuego.
Son balances que se pueden hacer ahora que termina un 2018 en el que es posible que la Asociación Empresaria Argentina o la Unión Industrial Argentina terminen brindando por “una Navidad sin presos políticos”. Por la combinación de la peor crisis económica desde 2002 con un tránsito inédito por tribunales, debe ser sin dudas un año inolvidable para los hombres de negocios.
No es la mirada sobre el modelo de país lo que más une al jefe de Estado con los popes del establishment. El mayor link de los dueños del capital con un gobierno de ex CEOs y ex ejecutivos es el fundamentalismo por el relax, el cuidado extremo del work life balance, el sostener el ocio, la vida social y privilegiar el vínculo con la familia hasta en los peores momentos. Miren, si no, estas tres postales de dos empresarios y un jefe de Estado:
◆ El día del superclásico que no se jugó por el escándalo, en las plateas del Monumental estaba el empresario Rubén Cherñajovsky renegando porque le habían ocupado su platea. Casi a esa hora, en su planta de SIAM en Avellaneda la Policía desalojaba de la puerta a empleados despedidos que reclamaban para volver a sus puestos. Días después, el dueño del grupo Newsan dijo que la empresa es inviable por las altas tasas, la caída del consumo y la competencia importada. ¿Estará hoy en Madrid? Los empleados protestaron esta semana ante el sombrío futuro de la empresa que reabrió en 2014 para producir 100 mil heladeras por año y hoy acumula 8 meses de stock.
◆ El viernes del G20, dos días después de que fuera procesado por la causa de los cuadernos, el dueño de Techint, Paolo Rocca, se hizo presente en la gala del Teatro Colón y disfrutó junto a los líderes del mundo del ovacionado show Argentum. Esta semana, cuando los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli pidieron su detención, recorría instalaciones de Ternium en México.
◆ Este jueves, mientras explotaba la interna en Cambiemos por el nuevo reglamento para el uso de armas de las fuerzas de seguridad y Unicef daba a conocer que el 48% de los niños en la Argentina son pobres, el Presidente se fue a descansar con la familia de jueves a lunes a San Martín de los Andes. Cuando vuelva, la UCA informará una nueva caída de los indicadores sociales en el tercer trimestre del año. A propósito, un dato: saltó 100% la instalación de medidores de luz prepagos de Edenor en Matanza, Moreno y Merlo. Ya hay 138 mil en funcionamiento.
El descanso y el ocio no tienen nada de malo, claramente, y cualquiera tiene derecho a él aún si en los negocios la cosa va mal, si se garparon coimas o si no se pega una con la política económica. Y que la dirigencia política y económica se tome el palo tal vez sea un mensaje a la población. Repten a la playa, al pasto o donde puedan ahora porque lo que viene puede ser aún más difícil. Ahora hay recesión pero al menos el dólar está estable. La cosa va a ser si se juntan una encuesta y un tuit de Trump, y el Fondo Monetario Internacional no cede para poder frenar una corrida.
Una pregunta final, antes de que el Presidente y mañana esté de vuelta: en el temario que armó Macri para las sesiones extraordinarias, ¿por qué era más urgente la ley para mejorar la situación de Papel Prensa que la de alquileres para ayudar a los inquilinos? Cuando vuelva, fresco, tal vez lo pueda corregir y mejorar el humor de millones de personas. Salvo que para las elecciones se encomiende a un boom que vive el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, que cuenta que en la calle le dicen “qué bien estuvo la cumbre”. Si alguno habla del “voto G20”, mátenme.