“Grito con vehemencia porque estoy indignado y cansado de la casta política que día a día nos está robando el futuro”, con estas palabras vibrantes el actual presidente Javier Milei cerraba su discurso de campaña pre-PASO, prometiendo así su lucha incansable contra la “casta”, y también que ellos iban “a pagar el ajuste”. Han pasado más de cuarenta días desde que asumió el nuevo gobierno de quienes pregonan gobernar para la libertad; ahora, ¿está respetando este gobierno “el derecho a la vida” de los jubilados cuando no considera una fórmula de ajuste de jubilaciones que contemple la inflación? ¿Cómo está respetando “el derecho a la propiedad” de aquellos que trabajaron y aportaron treinta o cuarenta años cuando pretende el uso discrecional de los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses?
En diciembre, cuando conocimos el Proyecto de Ley Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos, mejor conocido como ley ómnibus que tendrá tratamiento los próximos días, manifestamos nuestra honda preocupación específicamente frente al artículo 106 que suspende la movilidad jubilatoria, sin proponer otra, y deja a discrecionalidad del Poder Ejecutivo Nacional no solo los aumentos, sino también el establecimiento de una fórmula de actualización automática, arrogándose superpoderes, más allá del Congreso. Estas decisiones ya las conocemos, las llevaron adelante en su gobierno los Fernández junto con Sergio Massa, y solo condujeron al empobrecimiento de los haberes de los jubilados. Desde 2019, cuando era diputada nacional en el Congreso, vengo advirtiendo que cuando los Fernández eliminaron la fórmula que contemplaba la inflación, que había establecido Mauricio Macri frente a piedrazos en el Congreso, los jubilados quedarían a la deriva con sus ingresos, ya que se avizoraba que la inflación seguiría en constante aumento. Esta situación angustiante se mantiene hasta el día de hoy, y trajo como resultado que el 65% de los jubilados con la mínima perciben $ 105.712,61: ¿cómo piensa el Gobierno que pueden sobrevivir así las personas mayores?
“El 65% de los jubilados que viven con la mínima perciben $ 105.721,61”
Según el Indec, la inflación de 2023 llegó a la terrible cifra del 211,4%, así los jubilados, como todos los argentinos, mes a mes vienen sufriendo la pérdida del poder adquisitivo de sus haberes. Esta triste situación se agrava cuando consideramos que en Argentina hay cerca de 7,5 millones de jubilados, entre los cuales casi 6 millones cobran menos de $ 200 mil por mes, y que en octubre de 2023 se conoció que la canasta básica de los adultos mayores ya ascendía a 313.185 pesos.
Para nuestra sorpresa, frente a esta situación, el 12 de diciembre el Ministerio de Economía de la Nación presentó una tabla en la que las jubilaciones y pensiones aparecían como un ítem a ajustar de manera “inevitable”. Creemos que esto se concretará al aprobarse la ley ómnibus junto con las atribuciones del Poder Ejecutivo a decidir mediante una fórmula el ajuste de las jubilaciones. Frente a esta situación, resultaba imperioso que esta nueva fórmula contemple la inflación y que los adultos mayores no sigan pagando el ajuste: la casta no son los jubilados.
Esta situación urgente se mantendrá mientras el Gobierno pretenda ponerle parches a un sistema de movilidad jubilatorio que viene siendo maltratado. Nuestra propuesta frente a esto fue clara: lo que necesitamos es volver a debatir la movilidad jubilatoria y que esté sujeta a la variable de inflación desde diciembre de 2023.
“Nuestra propuesta es volver a debatir la movilidad jubilatoria”
A la presión realizada por la oposición, el Gobierno incorporó dos cambios en materia de jubilaciones a la ley ómnibus, los cuales fueron dictaminados el pasado martes. En primera instancia, ajustan las jubilaciones por inflación desde abril de 2024 (y no desde diciembre). El gobierno nacional, así, mantendrá estos meses el ajuste propuesto por el kirchnerismo, ya que significará un deterioro en el poder adquisitivo de los jubilados, quienes perderían entre un 50 y un 60% del valor de sus haberes, pues estos últimos meses han sido de una inflación altísima.
Por otro lado, aquellos máximos responsables de que los jubilados estén al borde de la indigencia hoy gozan de regímenes especiales de jubilaciones de privilegio, los que, por ejemplo en el caso de Cristina Kirchner, llegan a los 14 millones de pesos. En el dictamen que se aprobó el martes se conoció la noticia de que el Gobierno eliminará las jubilaciones de privilegios para expresidentes y exvicepresidentes.
Esta medida es buena, pero al no poder aplicarse la retroactividad para no afectar derechos adquiridos, ¿irá, entonces, el Gobierno a la Corte a impedir que de manera ilegal se mantenga el doble beneficio de Cristina?
Somos muchos los argentinos que tenemos una gran expectativa de cambio frente a este nuevo gobierno, pero las personas mayores de nuestra nación no pueden esperar más. Ellos aportaron treinta años o más de sus esfuerzos y trabajos y merecen ser tratados con dignidad. Por eso esperan que la casta no les siga robando el futuro.
* Legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y presidenta del Partido Confianza Pública. Fue diputada nacional y directora del PAMI.
