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Premiar a otro país

Milei Temes
Nace una nueva Argentina, distinta a la que conocimos en estas cuatro décadas. | Pablo Temes

Esta semana se realizó la entrega de los XIII° Premios Perfil, cuya organización estuvo a cargo de Perfil Educación. El motivo de la ceremonia de este año se resumió en un mensaje claro y contundente: “40 años de Democracia”. Porque creíamos que cuatro décadas ininterrumpidas de democracia deberían ser celebradas. Así empezamos a organizar estos premios a principios de año, cuando el país era otro. O, por lo menos, eso pensábamos. Es que en Perfil queríamos premiar a las personas y organizaciones públicas y privadas que más habían contribuido con la defensa y la consolidación de la democracia en la Argentina. Y el resultado fue que los ganadores de los Premios Perfil parecen ser de otro país. De un país muy diferente al que eligió presidente hace apenas dos semanas.

En febrero de este año, desde Perfil Educación y desde el Comité Editorial del Grupo Perfil convocamos a un prestigioso Jurado para que sea el encargado de elegir a los ganadores de los Premios Perfil. El Jurado estuvo integrado por: Alberto Barbieri, ex rector de la Universidad de Buenos Aires; Raquel Chan, bioquímica e investigadora principal del Conicet; Juan Gabriel Tokatlian, vicerrector de la Universidad Torcuato Di Tella; Isella Constantini, empresaria y ex CEO de varias multinacionales, entre ellas General Motors; Diego Golombek, biólogo e investigador principal del Conicet; Graciela Borges, actriz multipremiada y galardonada en los principales festivales del mundo; Mateo Salvatto, joven y destacado emprendedor que ha creado empresas de tecnología y startups; y Diana Maffia, filósofa, pionera en el feminismo y directora del Observatorio de Género de la Justicia.

Como se iba a premiar la tarea realizada entre 1983 y 2023, el Jurado decidió que en cada una de las doce categorías podrían haber entre 3 y 5 ganadores. Por lo que tuvimos que convocar a más de cincuenta personas para que reciban los Premios Perfil. Y como en esta ocasión se festejaban los 40 años de la Democracia, además de entregarles la estatuilla conmemorativa, los ganadores también recibieron una edición histórica del Diario del Juicio, que este año volvió a publicar Editorial Perfil. Es el diario que refleja los testimonios de los testigos, los alegatos y la sentencia del Juicio contra las Juntas Militares de 1985.

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Los ganadores de los Premios Perfil parecen ser de otro país.

En marzo, Perfil Educación junto al Comité Editorial del Grupo Perfil presentó al Jurado distintas propuestas de nominados para cada categoría. Y seis meses después, en la primera semana de octubre el Jurado ya había seleccionado a los ganadores. Por lo que, desde ese momento, empezamos a invitarlos para la ceremonia que se realizó el martes pasado en el Centro Cultural Kirchner (CCK).

Es importante aclarar que los ganadores fueron convocados antes de que se realizara la primera vuelta de la elección presidencial argentina. Y terminaron de confirmar su participación en el evento pocos días antes de que se realizara la segunda vuelta que consagró a la fórmula Javier Milei-Victoria Villaruel hace apenas dos semanas. Se dio así una paradoja: los premiados por los 40 años de Democracia parecían representar a una Argentina diferente a la que proponían en su campaña los candidatos de La Libertad Avanza.

Es que mientras algunos libertarios anunciaban que buscarían anular la despenalización del aborto o reinstalar la conscripción, Perfil premió a la sanción de leyes como la interrupción voluntaria del embarazo y el decreto presidencial que puso fin al servicio militar. Mientras que alguna diputada de Milei aseguraba que muchas mujeres buscan quedar embarazadas para “enganchar a un tipo”, Perfil galardonaba a ley de Educación Sexual Integral, la ley Micaela y a varios proyectos que luchan contra la brecha de género. O mientras alguna figura importante del próximo gobierno comparaba la homosexualidad con la pediculosis, Perfil premiaba a organizaciones que defienden a las minorías sexuales, como la Fundación Huésped.

Y porque mientras que algunos militantes de La Libertad Avanza cuestionaban el rol del Conicet y del sistema de Ciencia y Tecnología que se desarrolla gracias a la intervención del Estado, Perfil premiaba a científicos que desarrollaron la vacuna argentina contra el Covid o el avance contra el cáncer, o la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Banco Nacional de Datos Genéticos o el satélite Arsat.

Una Argentina diferente a la que propuso en su campaña La Libertad Avanza.

Porque mientras que algunos futuros oficialistas mezclaban sus gritos de “viva la libertad, carajo” con un inobjetable discurso negacionista, Perfil homenajeaba a los artífices de la Conadep, a las Abuelas de Plaza de Mayo, al Equipo Argentino de Antropología Forense, a los periodistas que obligaron a Videla a reconocer la existencia de desaparecidos o informaron sobre las violaciones a los derechos humanos, y a los organismos internacionales que denunciaron en el mundo los crímenes que aquí se cometieron entre 1976 y 1983. Y porque mientras algunos libertarios plantearon dudas sobre el “relato” que oculta “la verdad completa” de lo sucedido durante la  dictadura, Perfil premió a cineastas que crearon obras inmensas como La historia oficial, La noche de los lápices o Argentina 1985, en las que no quedan dudas sobre el terrorismo de Estado cometido por los militares.

La XIIIº entrega de los Premios Perfil distinguió a una Argentina que parece ser otra Argentina. Una Argentina que iniciará una nueva etapa a partir del 10 de diciembre.