Todo punto tenido por límite último se presenta como frontera removible dentro de un período de expansión constante. Estamos en alguna zona del Big Bang del irracionalismo, la mistificación, el fraude y el autoengaño salpimentado con distintos condimentos de delirio. Llegado su turno de morir, el laico Borges recitó el Padrenuestro en anglosajón, inglés, francés y español, por las dudas de que Dios atendiera en alguna de estas lenguas. Pero mientras anduvo bien de salud afirmaba que la teología es una rama de la literatura fantástica, y eso se nos antojó ese límite que todo podía incluirlo y más allá del cual solo se encontraba su incomprensible universo. Pero se acaba de abrir una nueva marca que supera todo lo conocido en el rubro.
Según consta en el diario del 28/10 en La Nación, que se tomó la molestia de reseñar currículos de nuevos diputados, Laura Soldano, electa por LLA de Córdoba, presenta un bagaje de conocimientos que la hacen merecedora de aposentar su carnadura en el curul y ofrecer su espiritualidad urbi et orbi desde la provincia mediterránea, asomando con nítido perfil entre sus pares locales y nacionales.
Influencer en temas de cuidado del cuerpo (algo que podría incluir doctorado en medicinas homeopáticas o alopáticas, masajes dermatológicos, reiki, acupuntura o venta de cremas humectantes, quién sabe), “comunicadora espiritual y líder en transformación espiritual” (esto presupone una gama aún más amplia de expertises indefinibles y/o inefables), y también aporta en la mejoría de la salud psicofísica del parque automotor, aconsejando acerca de las bondades de constelar autos.
Si internet no engaña, las constelaciones sirven para desbloquear traumas familiares heredados mediante teatralizaciones grupales. Nada original, del psicodrama en adelante. Pero a Soldano, Laura, nada la arredra: de hecho, cada nuevo modelo de autos salido de mamá fábrica (¿Sevel?) es fruto de un modelo anterior, y eso hace familia.
Quizá la teatralización y consumación del método ocurra durante las carreras. Nadie lo sabrá mejor que ella, casada con Gastón González, corredor de rally. El amor hace escuela, secuela.