Los empresarios pyme de Córdoba tienen un objetivo en común en su dispersa agenda: seguir presionando para que las autoridades municipales y provinciales den algunas señales concretas en su reclamo por reducir el “costo Córdoba”. El concepto “costo Córdoba” es el resultado de un mix de factores que restan competitividad y hasta ponen en riesgo la operatividad de las empresas en la provincia. Se compone básicamente de cuatro vectores: presión impositiva, costo energético, burocracia ineficiente y oferta inadecuada de infraestructura. En 2016, la presión fiscal provincial ascendió a 9,22%; “un nivel nunca antes observado en la historia reciente de Córdoba”, asegura el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES).
Tras una presentación en sociedad hace casi dos meses, la “mesa pyme” ya se reunió con legisladores provinciales y mañana comenzarán contactos con concejales municipales. Los contactos y pedidos de audiencia con los responsables de las empresas de servicios públicos (Epec está en el ojo de la tormenta para los referentes pyme) no prosperaron y en el sector privado ya comenzaron a barajar alternativas: la vía judicial y una posible rebelión fiscal aparecen en ese contexto.
Evadir para subsistir. A la hora de analizar lo logrado por la mesa de cámaras empresarias pyme Francisco Vaccaro, del Foro Productivo de la Zona Norte afirma que el objetivo va más allá de reducir la alícuota de Ingresos Brutos: “no sólo pretendemos que nos baje un punto Ingresos Brutos, pretendemos que la provincia sea viable comercialmente. Hoy muchos tienen que evadir porque si no no pueden subsistir, es una cosa terrible. Hay empresarios que no se quieren registrar porque después los matan. Lo que nosotros decimos se lo dijo hasta el presidente al gobernador. Que se den cuenta que las empresas no son fuente inagotable de recursos”. Y remarcó que con las llegadas de las boletas de luz y gas recargadas en estos meses la situación se complicará en el corto plazo: “no tenemos respuesta a nivel provincial, entonces se están estudiando las vías legales. Muchas empresas van a meter amparos (para frenar la suba de tarifas) y estamos con asesoramiento legal para ver cómo actuar como cámaras porque los amparos deben ser individuales. Estamos conteniendo a las pymes porque la rebelión fiscal se va a venir y en algún momento no las vamos a poder frenar”, adelanta Vaccaro.
En esa línea, Luis Esterlizi, otro de los referentes del Foro Productivo de la Zona Norte completa: lo judicial se estudia porque “algunas cámaras están avanzando para que los de amparos tengan luego de su presentación individual la apoyatura de la cámara. Las cámaras no pueden iniciar la acción porque no es el agente que consume la electricidad. Hemos hablado con varios asesores para ver qué acciones judiciales tomar, hacer un pago mínimo judicialmente, se están analizando los estatutos de las cámaras para ver que dicen y resolver que tipo de presentación se pueden hacer. En los casos extremos algunas cosas se van a tener que hacer”.
“Con Epec vamos a la vía judicial”. Alejandro Moroni, secretario de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, entidad que también forma parte de la mesa pyme suma nuevos conceptos al definir que el problema de algunos componentes del “Costo Córdoba” lo representan servicios que además de caros, son monopólicos: “El caso de la luz es emblemático. Si nosotros pudiéramos comprarle la luz a otro no estaríamos discutiendo esto. El problema es que estamos cautivos con el costo más caro de la república, porque si yo pudiera comprarle a Edesur o a Edelap o a otros que están un 100% por debajo lo haría, pero no puedo. Me llama la atención que el gobernador le haya contestado lo que contestó al presidente que le pidió que baje el “costo Córdoba”, porque eso demuestra una negativa a ver la realidad que vive el empresariado promedio de la provincia”. Y cargo también contra la responsabilidad que les cabe a los legisladores provinciales para quienes pidió que hagan una retrospección sobre el estado de situación de la industria y el comercio de Córdoba, más allá de los colores políticos.
Según el ejecutivo, producto de este escenario en el rubro gastronómico muchas firmas debieron cerrar, venderse o reducir la cantidad de sucursales. Para el caso de la hotelería -con una ocupación para la temporada de invierno inferior al 40%- el panorama es igual de complejo con establecimientos que prefieren cerrar antes de operar a pérdida por los altos costos. “Con Epec vamos camino a la vía judicial. No es lo que pretendemos, pero tenemos socios nuestros que fueron a la Justicia y se les dio la razón, como el caso del restaurante Siamo que logró una cautelar a favor de ellos. Hemos intentado no hacer eso pero en Epec te contestan con un disco rígido y no se mueven de ahí. La realidad es que el impacto de la quita del subsidio incide en el 15% de la factura. El 85% lo integran los costos impositivos provinciales más el costo Epec, la caja negra de Epec. Esta gente no ha hecho nada y el gobernador tampoco, sigue mirando para otro lado. No somos tres gatos locos, el turismo es el segundo ingreso en Producto Bruto de la provincia y nos empujan a la vía judicial”, adelanta.
Mal parados. Con 200 empresas en el sector y unos 13.000 empleados, las pymes dedicadas a la industrialización del plástico son otro sector apretado. Al “Costo Córdoba” se le suma una caída en el consumo que impacta en su nivel productivo. Alfredo Osses, presidente de la Cámara de Industrias del Plástico explica: “hay una recesión marcada en los últimos dos años, en muchas pymes cayó entre el 10% y el 20% el personal. El plástico se concentra en proveer al sector automotriz y autopartista que sintió la crisis de Brasil, hay otro sector que vende para el packaging de los alimentos y hay otro rubro fuerte que es el reciclado que también está afectado por la caída en el precio internacional de las resinas plásticas. El gobierno nacional ha dado algunas señales y esperamos que el gobierno provincial haga lo mismo porque el gobierno provincial es el que no está haciendo bien los deberes. Sigue habiendo una altísima presión impositiva, altos costos de fabricación. La energía de Córdoba está muy por encima de lo que pagan las empresas del conurbano bonaerense que son las competidoras nuestras. Estamos mal parados”.