El barrio de Alta Córdoba está vestido de fiesta, mucha gente por sus calles. Instituto debuta en la temporada 2011/2012 del torneo de la B Nacional, que tiene el condimento de la presencia histórica e inédita de River. La “Gloria” se presenta ante uno de los candidatos. Huracán.
Es un viernes por la noche. Se escuchan las sirenas de la policía. Por la Calderón de la Barca llega el colectivo que traslada a la delegación de futbolistas que comanda Darío Franco. Un plantel con muchas caras nuevas, algunas desconocidas para los fanáticos albirrojos que pispean en búsqueda de algún saludo desde las ventanillas. En una de ellas observa un pibe de tan solo 17 años, con la cabeza rapada. Viaja en silencio. Mira y está emocionado. Llegó la oportunidad con la que tanto soñó: debutar en el primer equipo de Instituto. Un sinfín de imágenes se le viene a la cabeza... 12 de agosto de 2011, el día ha llegado para Paulo Exequiel Dybala.
Bajó del colectivo con el bolso a cuesta, entró al vestuario del Monumental de Alta Córdoba. A unos metros la dirigencia que presidía Juan Carlos Barrera “descubre” una gigantografía de Nicolás Oliva en el pasillo de la zona mixta de los vestuarios.
Primera fecha. Muchas emociones. Muchos consejos. Mucha adrenalina. Raúl Damiani, Osvaldo Barsottini, Facundo Erpen le dieron ánimos, otros lo abrazaron.
Paulo entró a la cancha con una pelota blanca que tenía el escudo de Instituto en la mano. Esa noche la “Gloria” no jugó con su tradicional casaca albirroja, usó una de color gris. La cancha parecía explotar. Pero en la cara del pibito de 17 años reflejaba concentración. Estaba serio. Así fue a la foto oficial. Se puso abajo, pero se agachó. Estaba en una de las puntas, debajo del arquero Julio Chiarini, y al lado de un nene alcanzapelotas que se acercó para la foto.
El bullicio ensordecedor. Tras la foto se fue hasta la mitad de la cancha. Y ahí Nicolás López Macri lo llamó. A él y a Pablo Burzio. López Macri también debutaba, pero tenía 21 años y se animó a hablarles. Los tres estaban tensos. Y les dijo: “¡Vamos, con confianza! Si estamos acá, es por algo. Nadie nos regaló nada. ¡Esto que nos está pasando nos lo merecemos!”. Los tres se abrazaron. Un fuerte y sentido abrazo. Un minuto después, el árbitro Mariano González dio inicio al partido.
Ese nocturno juego de hace 9 años está en la memoria del hincha de Instituto, porque el equipo le ganó 2-0 al “Globo” en un resultado mentiroso, porque merecieron golear. Fue un dominio contundente. Dos remates en el palo y cuatro atajadas del arquero Lucas Calviño lo impidió esa goleada.
Y los tres “nenes” de cabeza rapada, Dybala, Burzio y López Macri, la descosieron.
La “Joya” jugó 70 minutos; fueron 70 minutos increíbles que dieron inicio a una carrera espectacular. Aquel viernes en Alta Córdoba arrancó todo. Esa noche recibió elogios y felicitaciones por doquier.
Cinco años más tarde en la zona mixta del estadio Monumental el club colgó la gigantografía de Dybala, justo al frente de la “Lora” Oliva.
Paulo Dybala jugó esa noche ante Huracán sin contrato.
Los 11 títulos de La Joya
- * Serie B (2014)
- * Supercopa Italia (2015 y 2018)
- * Copa Italia (2015/2016; 2016/2017; 2017/2018)
- * Serie A (2015/2016; 2016/2017; 2017/2018; 2018/2019; 2019/2020)
ENTRE ALEGRÍAS Y PALIDAS
El 2020 para Dybala tuvo de todo. El cordobés la rompió esta temporada con la camiseta de la Juventus. Fue elegido el mejor jugador de la Serie A, superando a Cristiano Ronaldo. La ‘Joya’ logró su quinto scudetto consecutivo y recibió múltiples elogios. Pero no todas fueron buenas, ya que sufrió con el COVID-19, le dio positivo cuatro veces. Recuperado, en el regreso al fútbol su nivel fue en alza, más allá de perder la Copa Italia ante Napoli. Y en estos días la tuvo complicada. Ante Sampdoria, día que logró su título 11 como profesional, se lesionó. Por eso el viernes por cuartos de final de Champions League fue al banco de suplentes. Ingresó sobre en el segundo tiempo pero 13 minutos después se resintió de la lesión; y Juventus quedó eliminado ante Lyon del principal certamen europeo.