Día Mundial del Agua: Reflexiones para una gestión más eficiente

El agua es un recurso natural esencial, está relacionada con todas las facetas de la sociedad, incluyendo, entre otras, a la biología, la economía, la estética y la espiritualidad, siendo parte integral de los ecosistemas. Sin embargo, la disponibilidad de agua es muy desigual entre países y dentro de los mismos países. Gran parte de la población mundial vive en zonas donde la demanda de agua supera la oferta o la mala calidad limita su uso. La escasez de agua y la desigualdad en su disponibilidad, uso y toma de decisiones pueden amenazar la vida misma, debilitar la calidad de vida e impedir el desarrollo humano integral, conduciendo a conflictos violentos. La violencia relacionada con el agua es bastante común en muchas partes del mundo y se espera que aumente en los próximos años.

Tarditti: “Me parece una provocación dejarle a la Argentina una Corte integrada por 5 varones por 20 años”

Hoy estamos sufriendo las consecuencias del cambio climático. El agua y el cambio climático están estrechamente relacionados. El cambio climático está acelerando tanto la escasez de agua como los peligros relacionados con este recurso (como inundaciones y sequías), ya que el aumento de las temperaturas altera los patrones de precipitación y todo el ciclo del agua.

Una de las consecuencias más significativas del calentamiento global es la creciente y mayor presión sobre los recursos hídricos. El crecimiento demográfico, la industrialización, la contaminación, el uso no eficiente del agua, profundizan la problemática del suministro de agua, limitando el desarrollo económico y social en diferentes regiones del planeta. 

Desde los inicios de la civilización humana, el agua ha reunido a las personas y les ha permitido comerciar, viajar y comunicarse. Sin embargo, el agua también ha dividido a los pueblos. El agua otorga poder político y económico, traduciéndose en la causa de disputas sobre los derechos a las fuentes de agua, y ha sido a lo largo de la historia causa de conflictos bélicos. En el futuro, el agua será el recurso geopolítico más importante, incluso situándose por delante del petróleo. La demanda subirá más de un 50 % hasta el 2030. 

Crisis en la medicina prepaga: estiman que el sistema ya perdió un 10% de sus afiliados y que los aumentos no van a parar

En la actualidad, más de 3.000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales. Sin embargo, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten.

Más de un tercio de la población mundial no goza de los servicios de agua potable segura, lo que se traduce a más de 2.000 millones de personas que no reciben el agua de calidad en sus hogares. Por esta razón mueren hombres, mujeres y niños cada año. Frente a esta realidad, el agua escasea o está contaminada, o cuando las personas tienen un acceso desigual o nulo, pueden aumentar las tensiones entre comunidades y países.

No es la falta o exceso de agua en cantidad o calidad, sino el modo en que se gobierna y administra, lo que conduce a posibles conflictos en el ámbito local y nacional. Muchos países necesitan fortalecer sus políticas para regular el uso del agua y favorecer una gestión equitativa y sostenible.

El agua es considerada como un derecho humano, es un recurso finito que debe ser utilizado de forma racional y controlada, a través de políticas públicas y con un claro enfoque en la preservación del mismo.

Debemos actuar en forma conjunta, cooperando en la gestión de este recurso, cuando cooperamos en materia de agua, creamos un efecto en cascada positivo, promoviendo la armonía, generando prosperidad y fomentando la resiliencia frente a los desafíos comunes.

Vouchers educativos en Córdoba: la medida de Milei alcanzaría al 30% de los alumnos que concurren a escuelas privadas

Naciones Unidas ha propuesto como lema del Día Mundial del Agua 2024 "Agua para la Paz". La prosperidad y la paz dependen del agua a medida que los países gestionan el cambio climático, las migraciones masivas y la inestabilidad política, deben situar la cooperación en materia de agua en el centro de sus planes. El agua unir a las comunidades en torno al aprovechamiento justo y sostenible del agua.

El agua debe ser valorada como un elemento integrador que contribuya a dar paz, para evitar conflictos y dar seguridad a todos; que contribuya a ser un factor de justicia social, donde todos los habitantes del planeta tengan acceso al recurso de manera suficiente, asequible, y de buena calidad.

* Eugenia Alaniz - Directora de las Licenciaturas en Gestión Ambiental y en Higiene y Seguridad Laboral. Coordinadora del Área Ambiental del IDI-DS de la Universidad Blas Pascal.