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CóRDOBA
ENCRUCIJADA SCHIARETTISTA

En Córdoba, el acercamiento de Schiaretti a los K dependerá del escenario nacional

No avanzaron las negociaciones y si el kirchnerismo va con lista propia podría poner en riesgo la reelección de Unión por Córdoba. El acuerdo por el Consejo de la Magistratura.

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ENCRUCIJADA. Schiaretti venía diciendo que CFK es el límite pero terminó acompañando con todo el PJ a | Cedoc Perfil

“Para muchos, la ancha avenida del medio se va a convertir en un pasaje. O lo que es peor, en una calle sin salida”. La frase pertenece a un armador del kirchnerismo en Córdoba que sigue de cerca las idas y vueltas que tienen los diálogos entre el PJ provincial y los K. 

Sirve además para definir la situación en la que se encuentran las negociaciones entre un sector y otro. Con una particularidad: se trata de acercar posiciones entre las espadas cordobesas de Cristina Fernández de Kirchner con el líder absoluto que hoy tiene el peronismo provincial y que es -además- el gobernador más cercano al presidente Mauricio Macri. 

En el caso que la unidad y la apertura que proclama el schiarettismo no se concrete, el kirchnerismo local estudia jugar la carta que le serviría para conservar lo que tienen de poder en la Provincia, pero además poner en riesgo la reelección de Schiaretti. “Nosotros, en el peor momento, con Córdoba detestando a todo lo que fuera K, en 2015 sacamos con (Eduardo) Accastello 18 puntos. Hoy, si con candidato propio sacamos entre 10 y 12 o repetimos la Legislativa del año pasado con (Pablo) Carro, a Schiaretti le generamos un problema importante si se piensa solo en términos de reelección”, agrega con respecto a que se parta el voto peronista en Córdoba.  

La llave la tiene CFK. Las internas en el kirchnerismo local fueron evidentes en todo momento. Incluso cuando eran gobierno nacional y acá los interlocutores eran varios. Es por esto por lo que ahora aseguran “la única que tiene la llave es Cristina”.  No habrá lugar para los que hablen “en representación de”, pero si la expresidenta baja el mensaje de acercamiento con Schiaretti, los K cordobeses acatarán. 

Durante las últimas semanas existieron señales a nivel nacional que les permiten pensar que el escenario de unidad no es tan lejano. Las fracturas en los bloques de Sergio Massa y Miguel Pichetto en Diputados y el Senado, respectivamente; más el acercamiento a algunos sectores del sindicalismo y del tigrense; y el último movimiento en el Consejo de la Magistratura. 

En el órgano que se encarga de la selección de jueces federales, el viernes por la tarde todo el arco peronista desplazó a Cambiemos de la banca que tenía representación de diputados -fue la que ostentaba el cordobés Mario Negri- y acompañó la designación del kirchnerista Eduardo “Wado” de Pedro. Despacho que salió con la firma del cordobés Martín Llaryora, que tendrá un lugar entre los suplentes. 

El dato no es menor. Sobre todo cuando el kirchnerismo cordobés venía cuestionando a los representantes del schiarettismo en el Congreso y el respaldo constante a lo que llega del Ejecutivo liderado por Macri. Y cuando el propio presidente esperaba que Schiaretti no avalara el movimiento que dejó además a la massista Graciela Camaño en el Consejo. 

Por otra parte, los K en Córdoba tienen encuestas que intercambian con los referentes de UPC y donde se reflejan dos cuestiones. La primera es la caída de Macri, quien estaría más cerca del 2015 en momentos de la elección general, no en los números que le daban previo al ballotage cuando era “mano a mano”. “Conserva el voto duro, amarillo puro. Pero perdió buena parte del voto independiente”, dicen los peronistas sobre Macri. 

El otro guarismo kirchnerista es la imagen de Schiaretti, donde el gobernador tiene números muy favorables. Pero aseguran que eso no se traduce en intención de voto. Por ello algunos dirigentes de la Provincia con base en el interior aspiran a echar mano a otra estrategia: limar a todo lo que pueda ser K, por las dudas no haya acuerdo. En particular, bajar línea a algunos sectores de La Cámpora en la provincia.  

Gremios. Hay otro bastión por el pelearán schiarettistas y kirchneristas y son los sindicatos, donde muchos juntan descontento contra el gobernador por los respaldos a Macri. Por eso, la señal de empezar a limar asperezas con los estatales liderados por José “Pepe” Pihen. 

Pero restan otros, por caso más conflictivos, como Luz y Fuerza, el sindicato en plena disputa con la Provincia, o los que se nuclean en la CGT Rodríguez Peña que conduce Mauricio Saillén. De amplia simpatía K. 

Los terceros en discordia son las 62 Organizaciones que manejan Sergio Fittipaldi y Ricardo Moreno. “Son los más raros de todos”, dijo un kirchnerista cordobés. La central, afina contactos con el delasotismo y hasta con Accastello, que volvió a la estructura partidaria pero sin avances más que aquella foto con Schiaretti en El Panal. Algunos, dicen que el villamariense pidió un lugar en el gabinete; otros, que Schiaretti le dio prioridad a la contención delasotista. La unidad UPC-K sigue en tratativas, sobre todo porque 10 puntos, en una elección cerrada, pueden ser fundamentales.