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DESDE ISRAEL

Garbarsky: “Es una guerra religiosa que Occidente no quiere ver por la estigmatización a los judíos”

El empresario nacido en San Juan pero que se posicionó en el mundo de los negocios desde Córdoba, asegura que “se necesita que el mundo abra los ojos, porque esto que hoy le pasa a Israel le puede pasar a todos”. Aún en shock por el asalto de los miembros de Hamas a la comunidad israelí, considera que “no hay contraparte para hacer las pases”. Su decisión de permanecer en Israel hasta pese a estar “en una zona atómica: esto puede desaparecer en cinco minutos”.

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ENCUENTRO. Jaime Garbarsky, junto a su socio Alejandro Domínguez visitaron al primer ministro Benamín Netanyahu. | CEDOC PERFIL

La charla se interrumpe apenas comienza. El sonido de las sirenas por bombardeos indica que todos deben ir a los refugios. Un rato después, vuelve algo de calma y sigue el diálogo. Del otro lado de la línea, Jaime Garbarsky, titular de Grupo Ecipsa e influyente personalidad de la comunidad judía de Córdoba y el país, asegura sentirse profundamente conmocionado.

El ataque de milicianos de Hamas el fin de semana pasado lo sorprendió en su vivienda. “Parecía un bombardeo más, pero cuando salimos de los refugios no lo podíamos creer. Lo que empezamos a ver en ese momento no se puede describir con palabras”, dice en diálogo con PERFIL CÓRDOBA.

Hace quince días, Garbarsky viajó a Israel para ultimar detalles de la apertura de su empresa en ese país. Viajó acompañado por Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol y socio del empresario en emprendimientos en Paraguay. Ambos se reunieron con el primer ministro Benjamín Netanyahu.

Más allá del momento que vive, Garbarsky se toma su tiempo para tratar de explicar lo que está pasando en aquella zona de Oriente Medio. “Esta gente (por los integrantes de Hamas) no es racional. No es lo mismo tener un muerto que un mártir y nosotros, en la cultura judeo cristiana, honramos la vida, por lo que estamos en presencia de una guerra religiosa”, señala el empresario que en las últimas horas tomó una decisión trascendente.

Decidió quedarse en Israel al menos hasta superar esta etapa de conflicto inicial. A sus empleados, les envió un mail donde asegura que “me quedo a ayudar aunque sea dando ánimo a la gente de mi pueblo”. En otra parte de la nota asegura que “se necesita que el mundo abra los ojos, porque tarde o temprano les termina pasando lo mismo a todos”.

-¿A qué se refiere con esa afirmación?
-No le quiero hablar al mundo judío, le quiero hablar al mundo occidental. En Occidente, durante miles de años, se demonizó al judío y no hace falta que nadie me diga que sí o que no, eso pasó. Tengo audios de gente conocida que me dice ‘siento culpa por la forma y el pensamiento en el cual me crié...’ Cualquier estigmatización vale. Entonces, si Israel hace algo está mal porque son judíos. Occidente se equivocó en la estigmatización al judío, en el asco al judío, lo digo con todas las letras. Si a Israel lo atacan, y bueno… lo atacan.

-¿Lo dice por la reacción luego del ataque de Hamas?
-Lo que hicieron no lo hacen ni los animales. Mataron, torturaron, mutilaron… hay videos que ellos mismos se encargan de difundir y tienen un nivel de crueldad que no le entra en la cabeza a nadie. Israel ahora busca a los extremistas y la gente dice ‘ah, pero Israel… Digo algo para que se entienda: no vienen por nosotros, vienen por el mundo occidental. Creo que el mundo no se ha dado cuenta y si lo hizo los intereses geopolíticos hacen que miremos para otro lado. Hay instituciones que no se expresan por miedo, pero la realidad es que no hay contraparte para hacer las pases. Ningún argentino mató a un inglés por Malvinas, no estamos hablando de la misma cosa. No se puede trabajar con cabeza occidental cuestiones orientales. El mundo está en una encrucijada: o destruye a Hamas y Hezbollah o no sabemos cómo termina esto.

-¿La solución es más guerra?
-Pero es que esto va más allá. Los judíos nos vamos a defender: donde estoy sentado en este momento es un estado atómico. En cinco minutos se puede terminar todo…

-¿Usted cree que por todo se lo responsabiliza a Israel?
-Tengo 63 años, no le debo nada a nadie y nadie me debe nada. No hables tan fuerte de algunos temas me dicen… pero los cristianos tienen que abrir los ojos: vienen por ustedes. Israel es el tapón que les permite a los cristianos mirar para el costado, el día que no esté Israel se lo llevan puestos. Que vayan a la Meca los cristianos a ver si pueden entrar como al Santo Sepulcro o al Muro de los Lamentos. A la mezquita no podemos entrar, aunque que está en la misma manzana, si entramos nos matan.

-¿Por qué llegó a pasar algo así? ¿Cuál es su visión?
-Israel se equivocó: les dio la tierra, energía, trabajo… y ahí está la respuesta. Porque es una forma de pensamiento, una cultura, un ADN. No hablo de musulmanes, sino de musulmanes fundamentalistas. Muchos de ellos festejaron las muertes de israelíes. ¿Qué festejan? Que mataron, mutilaron.

-¿Y qué puede pasar hacia adelante?
-Si hablás con la gente acá, tienen un sentido de la humanidad que a mí no me entra en la cabeza, es una ética judía llevada al extremo. Todos los hombres están en el frente y los negocios los atienden árabes y nadie les dice nada. Yo me imagino en Argentina si tuviéramos un conflicto con Chile… no se podría convivir. Este es un país de progreso, donde todos progresan al mismo tiempo, mi hijo va a la universidad donde la mitad de los alumnos son árabes. Es difícil saber qué puede pasar.