Finalmente, la semana que pasó tuvo doble sesión en el Concejo Deliberante. Y en la segunda, la del pasado viernes, se terminó sancionando la emergencia en el transporte. Dos cuestiones que había adelantado PERFIL CORDOBA: tanto la semana con doble discusión en el recinto como así también la avanzada del intendente Martín Llaryora sobre UTA con una lógica similar a la utilizada en su momento con el Suoem. Discusión en el legislativo municipal, contingencia y avanzar sobre un recorte de jornada que implique menor costo salarial.
El cóctel y la aprobación de la ordenanza el viernes por la tarde, no volvió a tener impacto en las calles. Más allá que sobre el final de la semana, antes y durante la discusión en el Concejo, el gremio de los choferes se movilizó por las calles del centro y realizó una vigilia en las inmediaciones del legislativo con un fuerte control policial. Aunque sin desmanes ni las detenciones que se habían producido en la primera parte de la semana.
Con todos los actores ya anoticiados de lo sancionado, los próximos días serán con cierta complejidad. En primer lugar, porque ayer el intendente Llaryora estuvo trabajando con los empresarios y el área de Transporte del Municipio en el plan de contingencia que se pondrá en práctica esta semana. Y en segundo lugar, porque el gremio ayer tuvo varias conversaciones y se apresta para iniciar el lunes con tensión en las calles; receta para la que apuesta a sumar a aliados: en las últimas horas hubo conversaciones con sindicatos de taxistas y remiseros, además de contactos con otros gremios para buscar respaldo a la hora de la movilización y de lo que el propio adjunto de la UTA, Pablo Farías, calificó el viernes por la tarde como “una ciudad sitiada” en el inicio de la semana.
En el Municipio consideran que llegó el momento de ponerle un coto a un histórico juego en tándem de empresarios y gremio. “Entre los dos había un juego: UTA paraba y extorsionaba pidiendo fondos o subsidios que iban para las empresas. Bueno, a eso se le puso un final con lo aprobado el viernes”, señaló una fuente desde el Palacio 6 de Julio.
Uno de los últimos pedidos de Fetap al Municipio fue un boleto a 100 pesos, solicitud que fue rechazada de plano.
Funcionarios reconocieron que la ordenanza recientemente sancionada impedirá una suba del boleto. Asimismo, hay otra molestia en el Municipio por un reclamo que consideran debe hacerse a nivel nacional, con el AMBA funcionando con normalidad.
“Quieren que venga un tipo de Buenos Aires (Jorge Kiener) a firmar acá, en lugar de defenderlos allá”, señalan.
Contingencia. El viernes, y solo con los 16 votos del oficialismo, se terminó aprobando la emergencia del transporte en Córdoba. De esta manera, el Concejo le otorgó al Ejecutivo facultades para incidir sobre los recorridos de los colectivos, las frecuencias y hasta incluir un sistema de transporte alternativo. Emergencia que durará un año pero que puede prorrogarse por 12 meses más.
Sin perspectivas de acuerdo en lo inmediato con los choferes, funcionarios municipales estuvieron diseñando el plan de contingencia por orden del propio Llaryora. Y de esta forma, el servicio podría reestablecerse durante la semana pero en este contexto de esquema alternativo y solo con las unidades de Tamse.
La intención del Municipio es dar respuestas a un servicio que durante junio trasladó al 10% de los usuarios en comparación con los que lo utilizaron en el mismo mes del 2019. Para ello, los trolebuses extenderán sus recorridos. La línea A, que ya había ampliado su recorrido desde Plaza de las Américas hasta Parque Atlántica, llegará hasta Villa El Libertador.
En tanto, la línea B llegará hasta Argüello y la línea C hasta la fábrica de Fiat en Ferreyra.
La operatividad estaría a cargo de los choferes con los que cuenta el Esyop (actual Coys), que comanda Victoria Flores y con trabajadores y trabajadoras de Tamse, la empresa que lidera Marcelo Rodio. Ambos funcionarios, los empoderados a partir de la ordenanza sancionada el viernes por la tarde en el Concejo.
Desde el Municipio no quieren hablar acerca de cuántos operarios estarían en condiciones de brindar el servicio, pero sí apuestan incluso a sumar trabajadores del sistema interurbano que hace casi 100 días no prestan servicios con sus empresas por falta de pago y medida de fuerza de Aoita.
Sobre esta posibilidad, ayer desde UTA reconocieron a este diario que “es prácticamente imposible”. “(Emiliano) Gramajo, el líder de Aoita, es amigo y no entraría en una cosa así. No va confrontar con UTA”, afirmaron desde el sindicato de los choferes del urbano.
El gremio en pie de guerra. En contacto con este diario, en el entorno de la cúpula de UTA reconocieron los contactos con taxistas y remiseros “porque también los perjudica la ordenanza que se sancionó”.
Y también admitieron que hay diálogo con otros sindicatos, aunque en este contexto de pandemia es muy difícil sumar respaldo de otros gremios. “Hay un llamado al movimiento obrero, pero cada uno tiene sus frentes abiertos y es muy difícil”, admitieron.
Sobre el final de la semana, desde el gremio reconocieron que se hizo imposible el ingreso de la cúpula de UTA a nivel nacional. Concretamente, esperaban por la presencia del secretario interior del gremio, Kiener, pero los controles en los accesos a la provincia complicaron esa parte de los planes.
Lo complejo del panorama incluye la oferta que hizo Fetap a los trabajadores sobre lo adeudado. El viernes por la noche, la propia secretaria general de UTA, Carla Esteban, dio a conocer que la propuesta de los empresarios incluye: pagar mañana el vale de los 4000 pesos, el martes el 50% del sueldo de junio; el viernes, el saldo de junio. El medio aguinaldo a cancelar en tres cuotas (agosto, septiembre y octubre) y bajar de 24 a 19 los días de trabajo. Propuesta no aceptada el viernes por la noche.