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Odontólogos: Adiós a las obras sociales y prepagas para enfrentar la inflación y la falta de insumos

Los dentistas deben comprar a precio de dólar y cobran por sus servicios a 60 o 90 días en pesos. Cansados de la falta de certidumbre, el rubro busca acomodarse. Todos los cambios impactan en el consumidor final.

Odontólogo trabajando en consultorio
Odontólogo trabajando en consultorio | Perfil Cedoc

En este marco, Punto a Punto dialogó con José Ermoli, secretario del Colegio Odontológico de Córdoba para tener una opinión autorizada sobre la disponibilidad de los insumos odontológicos y la situación que atraviesa el sector. Reconoce que muchos profesiones están analizando mantener los convenios con las obras sociales y las medicinas prepagas. También pide medidas para enfrentar la compra de materiales. 

Adiós a la cobertura odontológica

Otra de las consecuencias que provoca la demora en determinados insumos, es el reintegro del gasto de los mismos, lo que ocasiona un cambio de paradigma en el sector de la Salud. Cada vez más profesionales eligen dejar de trabajar con obras sociales y prepagas para pasar a ejercer la profesión de forma independiente.

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Al respecto de esto comenta: “Optamos por formas de financiación para poder seguir trabajando, lo más complicado es sostener el financiamiento que se le realiza a las obras sociales que a veces pagan a los 45/70 días en donde ya hay una devaluación de más del 14-15% sobre lo que trabajamos, y esto ocasiona un cambio de paradigma, por lo que cada vez menos profesionales trabajan por obra social”, argumenta.

Faltante de insumos

Al respecto, el profesional manifestó que “faltantes al 100% no existen” y que en realidad, el mismo “es bastante relativo porque a veces, en un mismo producto se puede conseguir en una marca alternativa”. En este sentido, ejemplifica con el caso de la anestesia: “Antes había una sola marca y ahora hablamos que hay tres o cuatro marcas disponibles en el mercado, por lo que ese problema puntualmente no lo hemos tenido” señala.

El odontólogo comenta que hace unos meses donde más complicaciones se observaban era en equipamientos y resinas 3D para impresión, aunque en la última semana se renovó el stock.

En lo que respecta a su experiencia en el consultorio, cuenta que trabaja con un blanqueador puntual que hace un mes y medio no se conseguía, y ahora trabaja con una marca «de primera línea y que da buenos resultados», pero no es la marca que él estaba acostumbrado a trabajar, por lo que hay que “buscar productos alternativos”. En este sentido, es que el profesional señala que faltan marcas puntuales que, si bien pueden compensarse con otras, como hay restricción en la importación, no hay variedad “pero no hay escasez concretamente”.

Ermoli expresa que esto impacta negativamente en los profesionales ya que hay una disminución en la realización de los trabajos más costosos. Por lo general, los pacientes “se hacen arreglos, limpiezas y se le esquiva a tratamientos cosméticos que no son necesarios o no tienen tanta prioridad”.

De acuerdo al odontólogo, otra de las consecuencias de esta situación, es que cuando se registran faltantes, los inconvenientes se observan en tener que recurrir a insumos fabricados en el país. Si bien esta situación podría alentar la producción local, el profesional comenta que n2o es viable”, ya que no están dadas las condiciones para la fabricación de material a nivel industria nacional por la falta de desarrollo y porque tenemos un “alto costo para producir”. Asimismo, subraya que los insumos locales “tampoco escapan de la inercia inflacionaria y no todos poseen la misma calidad, pero al menos permite seguir trabajando con normalidad”.

Productos importados y en dólares

Vale mencionar que en la actualidad el 95% de los productos que se utilizan son de origen importado y en el país, sólo hay dos fábricas de sillones odontológicos y un par más de instrumental rotatorio. Particularmente, en Córdoba, hay una que es la que hace las turbinas, los contra ángulos, pero todo lo que es insumo prácticamente es importado y proviene de Austria, Alemania, Estados Unidos.

En cuanto al precio de los insumos, el profesional manifiesta que cada vez que hay un “salto” en el dólar, o cada vez que la inflación se mantiene en el 7/8%,  se van generando ajustes sobre los precios porque son productos que reciben una doble inflación (la dolarizada por la importación y por el otro,  todo lo que es comercialización, distribución, logística que va aumentando en función de la paritaria, o sea que repercute por dos lados el incremento de los costos”.

Iva y reglas claras para poder importar

Al ser consultado sobre lo que el sector pide al próximo gobierno, Ermoli dice que se necesita “principalmente certidumbre para los importadores” y que “se generen mecanismos de control donde se respeten los precios” (siempre y cuando esas garantías existan), además de generar eximiciones impositivas a todo lo que sea insumos médicos/odontológicos y que no sean de fabricación nacional, “para no generar una competencia desleal en el ámbito local”.

En palabras de Ermoli, esa disminución impositiva “repercute como mínimo, entre un 21% que es el IVA, o 30% que se le quitan otros impuestos sobre el costo del tratamiento” y añade: que “eso sería algo interesante, sumado a que existan reglas claras con respecto a lo que es la atención a través de medicina prepaga”. concluye