“Tres semanas que parecieron seis meses”. Con esa frase, David Urreta describe la intensidad de sus primeros días como presidente de la Asociación Deportiva Atenas.
“Viajes a Buenos Aires ida y vuelta, estar con el plantel y el cuerpo técnico, conformar una nueva comisión directiva, armar equipos de trabajo… No ha sido fácil para nosotros, y menos el final”, sostiene el dirigente que fue ungido como sucesor de Felipe Lábaque en la asamblea del pasado 28 de abril.
“El final” es la derrota 2-3 en la serie de permanencia ante San Lorenzo, el inédito descenso luego de 39 temporadas y nueve títulos en la Liga Nacional de Básquetbol. “Tratamos de pelearla hasta el último. Nuestros jugadores sintieron el respaldo de la gente en esas dos jornadas increíbles en el Cerutti, que estuvo colmado como en las viejas épocas, y el equipo llegó competitivo al quinto juego, pero la taba no cayó para nuestro lado”, afirma el directivo.
Urreta tiene 49 años, es abogado e incursionó en política como titular del partido APEC (Acción por el Cambio) y concejal por el Movimiento ADN en el período 2015-2019. Actualmente se desempeña como Subsecretario de Integración Regional y Relaciones Internacionales del Gobierno de la Provincia de Córdoba. “A los hinchas y simpatizantes que creyeron que Atenas tenía que quedarse en la máxima categoría, les decimos gracias y que los necesitamos más que nunca para el proyecto que viene”, enfatiza.
-Se lo notó muy afectado al final del último juego con San Lorenzo. ¿Ahí le cayó la ficha sobre la exposición que brinda el deporte?
-En ese momento sentí mucho el sufrimiento de la gente. Al dolor, la tristeza y la angustia los viví en carne propia, porque soy hincha de Atenas. Y lo que más sentí fue no haber podido evitar la situación como dirigente, pese a todas las medidas que se tomaron en los últimos tiempos. Ese último minuto de juego, cuando el reloj empezó a marcar 59, 58, 57 segundos…, me generó una sensación de pérdida terrible. A mis viejos ya no los tengo y la verdad es que nunca pensé que pudiera llegar a sentir algo similar.
"Al dolor, la tristeza y la angustia los viví en carne propia, porque soy hincha de Atenas".
-Un año atrás, Lábaque dijo que Atenas no estaba en condiciones de jugar la Liga Nacional. Al diagnóstico ya lo tenían desde hace rato.
-Lo que Felipe quería decir es que el modelo de negocio del básquet argentino ha cambiado. Hoy los clubes tienen muchísimo presupuesto en logística, no tienen los derechos federativos de los jugadores, deben pagarles a los extranjeros con dólar billete y, salvo los que son bancados por gobiernos o sindicatos, dependen en un 95% del financiamiento privado. Todo eso lo hace un poco inviable, en un contexto de país donde los gastos se descompensan muy rápidamente. Más allá de acumular semejante gloria, Atenas no deja de ser un club de barrio. Así y todo, es uno de los pocos clubes de la Liga que no tiene deudas. Pero todo se hace con esfuerzo individual y voluntarismo, y ahí Felipe tiene mucho que ver.
NO PUDO SER. Atenas perdió la serie de permanencia ante San Lorenzo y por primera vez en su historia jugará la Liga Argentina. /// FOTO: CEDOC PERFIL
-Muchos señalan a ‘Felo’ como responsable de la debacle deportiva.
-Respeto lo que dice el hincha y siempre trato de ponerme en su lugar. Personalmente creo que Felipe es el último gran dirigente del básquet argentino y que tenerlo mate de por medio para pedirle consejos no tiene precio. Sin Lábaque no se puede y con él solo no alcanza: esa es mi opinión, más allá del cariño y la admiración que siento por él. Hicimos un estadio que va a ser modelo, con un valor de mercado de millones de dólares, y somos criticados por eso. No concibo que digan que nos fuimos al descenso por invertir en infraestructura y crecer. No esperábamos este desenlace, es cierto, pero si la bola hubiera entrado, otra sería la coyuntura.
-Le tocó asumir en un momento difícil. Hasta se especula que Lábaque delegó el mando para no quedar como ‘el Passarella de Atenas’.
-Vengo trabajando en la directiva desde hace tiempo, sobre todo en la parte jurídica, y desde siempre he tratado de armar consensos. Tengo mi carácter pero soy muy componedor, es mi forma de ser. Mientras seamos todos verdes, no hay ningún problema. Ya estaba todo listo para que Felipe siguiera un período más, pero él me dijo ‘te toca a vos’ y se corrió del centro de la escena. Creo que era el momento. Cuando lloraste por un club y te den la chance de presidirlo, uno no lo piensa, asume. Como decimos a veces en el tablón: en las buenas muchas veces, y en las malas muchas más. En el fondo, todos tenemos la idea de que salimos juntos o no se sale.
LO QUE VIENE. "Vamos a jugar la Liga Argentina y trataremos de subir lo más rápido posible, con el respeto y la dignidad deportiva con la que un club grande lo debe hacer”. /// FOTO: FINO PIZARRO
-¿Cuál es el modelo de gestión que están visualizando?
-El ‘Modelo Atenas’. Nadie puede dudar del marketing y el desarrollo como unidad de negocios que tiene Talleres. Nadie puede discutir la forma de trabajo de Belgrano, con una horizontalidad en las decisiones y una heterogeneidad que convive sin problemas junto a un líder como ‘Luifa’. Y nadie puede cuestionar el desarrollo que Instituto supo lograr en armonía. Pero Atenas tiene que buscar su propio modelo, tomando lo mejor de los otros clubes pero reivindicando su historia. La clave es ser un buen gestor.
"No concibo que digan que nos fuimos al descenso por invertir en infraestructura y crecer como institución".
-Entra Giordano, el ministro de Finanzas de Juan Schiaretti, y se corre Lábaque, el exviceintendente de la gestión Ramón Mestre. ¿esto representa un cambio de paradigma en la vida institucional de Atenas?
-De Felipe, se sabe de dónde viene y adónde va ideológicamente y eso nunca le obstaculizó ninguna gestión vinculada a Atenas. También tenemos a Analía Romero, que está a cargo de la parte social del club y es una dirigente histórica del radicalismo. Sucede que Atenas es tan grande que trasciende en muchos sectores, entre ellos la política, o la política cultural, en el caso de Federico Racca. Osvaldo (Giordano) es un ferviente hincha del club y también una persona muy sencilla y muy profesional, que nos va a aportar toda su sapiencia. Él va a ser clave en el análisis del mercado.
-‘Tengo mi personalidad’, remarcó. Con esa frase está marcando la cancha y dejando en claro que no va a ser el ‘Alberto’ de Lábaque.
-Jamás. Voy a ser amigo de Lábaque toda mi vida.
EN DEFENSA DE LÁBAQUE. "Personalmente creo que Felipe es el último gran dirigente del básquet argentino", asegura Urreta, el titular del Griego. /// FOTO: LIGA NACIONAL DE BÁSQUETBOL
“Atenas jugará la Liga Argentina”
Urreta reconoce que fue “muy triste” la reunión de comisión directiva del viernes pasado, la primera después del descenso, donde se trazaron las primeras líneas de acción sobre el Atenas que se viene. El directivo define como “el primer mojón” la decisión de participar en la Liga Argentina: “No vamos a comprar la plaza. Iremos a todos los lugares donde nos lleve el torneo de ascenso y trataremos de subir lo más rápido posible, con el respeto y la dignidad deportiva con la que un club grande lo debe hacer”.
“Es un torneo difícil, distinto. La idea es armar un equipo competitivo con jugadores del club, sin tantos extranjeros y apostando a nuestra cantera. Ojalá podamos contratar a un DT con experiencia en la categoría”, apunta.
“Me encantaría que Rubén Magnano fuera el encargado del desarrollo deportivo de Atenas".
“Germán Baralle, Pablo Parón, Osvaldo Giordano y Felipe Lábaque serán los encargados de desarrollar el proyecto del básquetbol”, puntualiza. Y reconoce que lo desvela la idea de sumar a Rubén Magnano: “Me encantaría que sea el coordinador de esa mesa y el encargado del desarrollo deportivo. No tengo vinculación con él, pero me gustaría llamarle y decirle ‘tome, maestro, dibuje cuál es plan y nosotros nos encargamos de buscar los recursos para que eso funcione’. Ojalá podamos sumarlo al proyecto”.
-¿Buscarán que vuelvan otros históricos?
-´Pichi’ Campana nos hizo el aguante en el momento más difícil del club. Eso fue muy reconfortante y quedamos agradecidos con él. Muchos otros también están, de diferentes modos, y nos sentimos acompañados por ellos.