Julio Constantín no le esquivó al bulto. El entrenador de Belgrano contestó una por una todas las inquietudes que le plantearon en la conferencia de prensa posterior al empate 2-2 ante Ferro Carril Oeste sin esquivar las preguntas incómodas y haciendo gala de una profunda autocrítica.
Luego de un partido que se jugó con mucha intensidad adentro y afuera del campo de juego, en el Gigante de Alberdi todavía resonaban los ecos de una noche rara. Tan rara que, en pleno festejo del primer empate local, Cristian Techera le hacía gestos a una barra que venía hostigando al equipo al compás del “que se vayan todos”; otros dos jugadores locales (Hernán Bernardello y Rodrigo Erramuspe) eran separados para evitar que se fueran a las manos; y los hinchas de las otras tres tribunas insultaban a la directiva.
“Está claro que este equipo todavía no se ganó el afecto de la hinchada y cambiar esa situación es una responsabilidad exclusivamente nuestra”, destacó Constantín. “Acá no hay grandes ni pibes. Somos todos hombres y entre todos tenemos que sacar adelante a Belgrano. Tenemos que equivocarnos menos, todos”, puntualizó.
“No perdimos dos puntos, ganamos uno”, señaló el sucesor de Alfredo Berti, quien no pudo torcer la racha de partidos sin ganar de la “B” en la Primera Nacional, que ahora llegó a cuatro encuentros. “Por suerte lo pudimos empatar. No es lo que buscábamos, obviamente. El gol de Pablo (Vegetti) en el final del partido representó un alivio para nosotros. Hubiera sido durísimo perder este partido”, subrayó.
“El equipo no está sólido y se nota la falta de confianza. Por suerte convertimos goles pero estamos muy endebles atrás. Los rivales nos llegan con facilidad y nos convierten mucho. Tenemos que mejorar muchísimo y para ello es necesario bajar ese promedio de goles en contra”, preciso.
Constantín, que fue arquero de Belgrano en la década del ’80, liberó de responsabilidades al cuidapalos Carlos Franco, el reemplazante del lesionado César Rigamonti en los últimos dos compromisos, en los que el Pirata recibió seis tantos.
“En los goles no tuvo nada que hacer, pero el tema no pasa puntualmente por un jugador. Es todo el conjunto el que tiene que mejorar para poder lograr un mejor funcionamiento. Tenemos que ser menos inocentes a la hora de marcar a los contrarios”, agregó.
Franco lució muy inseguro en todo el juego y, aunque la defensa no lo ayudó demasiado, lejos estuvo de exhibir la solidez que exige un puesto tan importante como el que ocupa en el equipo.
Pensando en el futuro inmediato, el entrenador no descartó hacer variantes: “No me caso con ningún sistema. Hoy jugamos 4-4-2 pero podemos hacerlo de otra manera tranquilamente. Si tengo que ser más mezquino, lo voy a hacer. Estamos muy rezagados en la tabla de posiciones y está claro que la prioridad en este momento es el resultado, es sumar puntos”.
Volver al futuro
Por la 10ª fecha de la Zona 1, Belgrano visitará a Estudiantes de Río Cuarto el próximo sábado a las 17.10. Constantín dirigirá al Pirata también en ese partido, aunque su condición sigue siendo la de DT interino.
“Tengo ánimo y voluntad para seguir, pero la decisión no es mía. Estoy a disposición del club y serán los dirigentes los que resuelvan qué es lo mejor para este momento del equipo. No quiero ser obstáculo para nada. Si en algún momento veo que le hago mal al equipo, doy un paso al costado”, afirmó.
Con nueve partidos jugados, el conjunto de barrio Alberdi suma 10 puntos, producto de dos triunfos, cuatro empates y tres derrotas y por el momento está fuera del lote de equipos que hoy estarían disputando la posibilidad de ascender a la Superliga.
También está complicado su ingreso a la Copa Argentina 2020, objetivo que lograrán los siete mejores clasificados en la tabla de cada grupo, integrados cada uno de ellos por 16 participantes, en el momento en que se produzca el receso a fines de este año.