Instituto cantó victoria por primera vez en el torneo y su cuerpo técnico, que venía cuestionado, respira aliviado. Un gol de Mateo Bajamich le permitió a “La Gloria” quedarse con los tres puntos ante Chacarita Juniors.
Soltó el festejo. Instituto logró su primer triunfo en la temporada 2019/2020. |
CEDOC PERFIL
Instituto tuvo que sufrir más de la cuenta para poder soltar el festejo que tenía atragantado desde el arranque de la Primera Nacional. La impericia para liquidar un partido que le fue favorable -de principio a fin- hizo que “la Gloria” terminara la noche aguantando la ventaja mínima ante un Chacarita ínfimo, que apenas mostró algo de vergüenza deportiva en el epílogo del juego.
El equipo albirrojo no supo capitalizar en el arco contrario su mejor momento en cancha, el que transcurrió entre los 15 y los 35 minutos del complemento, y eso lo expuso al riesgo de un sofocón innecesario antes de cantar victoria por primera vez.
El triunfo significó un desahogo para los hinchas que anoche estuvieron en Alta Córdoba y un bálsamo para e DT César Zabala, que venía cuestionado luego de dos derrotas y un empate.
Gastón Bojamich marcó el único tanto del partido cuando parecía que el marcador inicial no sufriría alteraciones antes del descanso. Se jugaban 48 minutos del primer tiempo cuando el juvenil delantero sacó provecho máximo del primer córner del que dispuso el conjunto anfitrión. Hasta ese momento, “el Funebrero” había dilapidado cuatro tiros de esquina que había generado mediante algún contragolpe, en virtud de una afortunada carambola o como producto de una desinteligencia de la defensa local.
Le había faltado a Instituto, en esa primera etapa, sostener con más énfasis la iniciativa y las ganas de ser protagonista. También una mejor sintonía entre los tres mediocampistas más adelantados y el grandote Juan Apaolaza, el “faro” que Zabala había colocado como única referencia en el área rival.
Apuntalado por el gran trabajo de Juan Sills e Ignacio Antonio –un tándem que desde el duelo ante Riestra le dio equilibrio a una formación que había lucido descompensada frente a Villa Dálmine y Sarmiento–, Instituto mostró su versión más lucida cuando la pelota pasó por los pies de Damián Arce, espécimen de esa raza en extinción que son los “desfachatados” en este fútbol de atletas obedientes y movimientos fríamente calculados.
El complemento mostró más confusión y fricción que otra cosa, porque Chacarita apretaba más e Instituto no encontraba la fórmula para administrar la ventaja. Cuando “la Gloria” eligió defenderse con la pelota en su poder, tocando en forma paciente y esperando con inteligencia que los espacios se abrieran, llegó lo mejor de la noche. Los aplausos de las 10 mil parciales que ocuparon las tribunas empezaron a fluir con más espontaneidad y fue el zurdo Arce el destinatario casi excluyente.
Instituto tuvo sus chances de liquidar el pleito pero el segundo gol no llegó. De repente “Chaca” decidió dejar de ser tan timorato y se lanzó a los tumbos en búsqueda del empate. Sin demasiada imaginación y con poca puntería, apenas le alcanzó para ponerle un toque de suspenso al festejo “glorioso”.
Vestuario feliz
“Estamos contentos por el triunfo. Este grupo lo merecía. Veníamos haciendo buenos partidos pero los resultados no se daban y por suerte hoy pudimos ganar. Jugamos bien en todas las líneas y fuimos un equipo sólido. Quizá fue poco el 1 a 0”, destacó el arquero Germán Salort, quien por segundo juego consecutivo logró mantener la valla invicta.
“Por ahí nos faltó un poquito de tranquilidad para manejar mejor la pelota, tenerla un poquito más y ser más eficaces arriba, pero creo que fuimos justos ganadores”, destacó el atacante Juan Apaolaza, quien en el segundo tiempo pudo conectarse mejor con sus compañeros de ofensiva.
“Era el partido en el que teníamos que despegar y por suerte lo ganamos. El gol llegó en el momento justo. Después usamos la cabeza y nos quedamos con los tres puntos”, enfatizó Ignacio Antonio, quien además de la alegría por la victoria se llevó una camiseta enmarcada que la dirigencia del club le obsequió por haber llegado a 100 partidos con el conjunto albirrojo.
Buena cosecha
El fin de semana de los equipos cordobeses en la segunda divisional de la AFA se completó con el empate 1-1 que Belgrano logró el viernes como visitante ante Deportivo Morón y con la victoria 2-1 que Estudiantes de Río Cuarto obtuvo sobre Atlanta ayer en Villa Crespo. Estos dos partidos correspondieron a la Zona 1, que lidera Estudiantes de Caseros con puntaje ideal en cuatro presentaciones.
En la próxima jornada jugarán Belgrano-Temperley y Estudiantes de Río Cuarto-Ferro Carril Oeste (Zona 1); Brown de Adrogué-Instituto (Zona 2).
Síntesis del partido:
Instituto (1): Germán Salort; Franco Flores, Facundo Agüero, Facundo Erpen y Emiliano Endrizzi; Juan Sills e Ignacio Antonio; Mateo Bajamich, Damián Arce y Malcom Braida; Juan Apaolaza. DT: César Zabala.
Suplentes: Lautaro Petruchi, Gastón Yabale, Franco Canever y Nicolás Watson.
Chacarita Juniors (0): Emanuel Trípodi; Brian Mieres, Alan Robledo, Salvador Sánchez y Gabriel Lazarte; Ignacio Cacheiro, Luciano Perdomo, Diego Rivero y Juan Ignacio Álvarez; Elías Alderete y Lucas Cano. DT: Luis Marabotto. Suplentes: Sebastián Cuerdo, Gian Croci, Lucas Lescano e Ignacio Bailone.
Gol: PT, 48m Bajamich (I).
Cambios: ST, inicio, Matías García por Rivero (Ch); 9m Juan González por Cacheiro (Ch); 28m Rodrigo Garro por Braida (I) y Germán Estigarribia por Apaolaza (I); 31m Gonzalo Groba por Mieres (Ch); 37m Maximiliano López por Bajamich (I).
Amonestados: Bajamich, Garro (I); Lazarte y Mires (Ch).
