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DIFICULTADES

Unicameral: la “banca 71”, un golpe duro en tiempos de accesibilidad

En la experiencia de la legisladora Szpanin, la Unicameral “es una trampa”. Hay varios obstáculos que van en contra de la accesibilidad del edificio que fue inaugurado hace poco más de cinco años. El hemiciclo resulta un espacio casi inaccesible para un parlamentario en silla de ruedas.

14-6-2025-Banca 71 Unicameral
. | CEDOC PERFIL

El edificio de la nueva Legislatura es valorado por su construcción sustentable, pero en el plano de la accesibilidad deja mucho que desear. La legisladora Ariela Szpanin (UCR) se refirió a las falencias para el tránsito diario de una persona con movilidad reducida y, mucha más, con discapacidad motriz. “La Legislatura es una trampa”, dijo en su vivencia personal.

Hace más de diez días, la parlamentaria sufrió la fractura de peroné en su pierna derecha. Se moviliza con muletas, aunque en su desplazamiento en la Unicameral utiliza una silla de ruedas. La única con la que cuenta la Cámara es para atender una emergencia. No se adapta para un uso permanente. Le dijeron, según relató, que se debe proveer de una propia.

Este es un primer escollo de una serie de problemas de accesibilidad que incluye vallas colocadas en el ingreso a las cocheras donde se encuentra la rampa que conecta con la explanada de acceso a la Legislatura. A su vez, Szpanin reclamó por los pisos resbaladizos de los pasillos y oficinas que resultan un peligro para quien camina con muletas. En la silla de ruedas debe hacer un recorrido mayor para llegar a los baños adaptables a las personas con discapacidad motriz.

“El edificio de la Legislatura no es accesible”, señaló la integrante de la bancada UCR. “Lo mío es transitorio, pero ¿qué pasa en el caso de una persona con una discapacidad o con movilidad reducida permanente? ¿No puede ser legislador?”, interrogó la radical al hacer foco en el recinto, debido a la situación que vivió en la seguidilla de dos sesiones de la semana pasada.

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El problema se agrava en el hemiciclo legislativo. Los cuatro niveles donde se ubican los escaños, y un nivel más de gradas, están conectados con escaleras. Resulta dificultoso para legisladores que son adultos mayores y se convierte en un espacio casi inaccesible para uno en silla de ruedas. Hasta antes del caso de la radical no los hubo.

Por las condiciones de movilidad reducida de Szpanin debió activarse una medida excepcional, a raíz de que el único ascensor para este tipo de dispositivos dejó de funcionar el lunes pasado por un desperfecto mecánico. “Una placa quemada”, aportó una fuente. En este marco, se le improvisó a la radical la “banca 71” en el nivel 0 del recinto. Una mesita a la que se le sumó la botonera digital para las votaciones. De todos modos, la oposición advirtió que, en el caso que funcionara el ascensor, una persona en silla de ruedas tiene un único margen de maniobra en el hemiciclo. Sólo se conecta con la banca 15 ocupada por el oficialista Cristian Frías, la cual debería removerse. Si se diera tal escenario, Szpanin estaría del lado del bloque peronista, en la otra punta de donde se ubican sus pares radicales. ¿Por qué tengo que ir a una banca del oficialismo?”, se preguntó la opositora.

El diseño arquitectónico del recinto -y el edificio en sí-, es de vanguardia, pero exhibe problemas de accesibilidad. No se los puede atribuir a la actual gestión. Así se construyó la nueva Unicameral inaugurada en noviembre de 2019. Hace tiempo funciona una comisión interna que viene atendiendo las condiciones de adaptabilidad para el personal. Hasta ahora no había ocurrido tal situación entre los legisladores.

La parlamentaria radical vive en carne propia la experiencia de tener dificultades en su movilidad. “La Legislatura, que se supone que es inclusiva y que tiene que legislar para la inclusión, no es accesible”, sentenció Szpanin.