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PJ DIVIDIDO

Unicameral: tensión y miradas de reojo entre el albertismo y el schiarettismo

Es el otro escenario de la batalla que se da cada vez en más ámbitos. Caserio, que tuvo otro acto en la semana, controla un grupo de 11 legisladores que por ahora le garantizan el quórum al oficialismo.

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UNA BAJA. En febrero pasado contaban con Isaac López, que se fue al Ejecutivo y le dejó la banca a su esposa. Igual, quedan 11 parlamentarios que responden a Caserio. | Cedoc Perfil

En agosto del 2019, a meses de la contundente victoria del gobernador Juan Schiaretti, pero ya en el comienzo de una fricción dentro del PJ local por el respaldo que algunos pretendían para la fórmula Fernández-Fernández, la revista Punto a Punto contó la intención del senador Carlos Caserio de impulsar un bloque K en la Unicameral. 

La abrumadora victoria de Hacemos por Córdoba -y el armado previo a las listas- le daba al dirigente de Punilla una línea directa con algunos parlamentarios de los 51 que metió el oficialismo en mayo del 2019.

Sin embargo, y a pesar de que en los papeles no se concretó esa otra bancada PJ en la Unicameral, el recién terminado 2020 demostró que existió ese sub-bloque. Son 11 legisladores que responden a Caserio, que están dentro del oficialismo provincial y reportan solo a algunas voces dentro de la Legislatura. Sabiendo, además, que con el número que reúnen pueden tener la facultad de amenazar el quórum de la abrumadora mayoría oficialista. 

Un roce en el pasado, varias dudas a futuro. Si bien fuentes legislativas -tanto albertistas como schiarettistas- reconocen que no hubo fricciones durante todo el 2020, existió un memorioso con roce dentro de la Unicameral que recordó el único episodio del pasado año donde los albertistas amenazaron con pintarse la cara: en mayo, para la sanción de la reforma jubilatoria. 

El contexto de pandemia, y un oportuno retroceso de fases en plena cuarentena, le permitió al oficialismo provincial acelerar rumbo a una nueva reforma previsional del schiarettismo. La primera de esta gestión. 

En la previa de esa discusión, los 11 legisladores albertistas amagaron con no dar el quórum en lo que, hasta ese momento, iba a ser la sesión más caliente del año. Y ya con el 2020 en el bolso, prácticamente se terminó confirmando esto en un período de poca munición gruesa. 

Sin embargo, al margen de estas balas de salva que no pasaron más allá de la reunión de labor parlamentaria, no hubo grandes picos de tensión. Lo que venga, como coinciden fuentes legislativas, dependerá de si hay o no unidad peronista en Córdoba mirando las elecciones intermedias. 

“Pasó eso en mayo, pero después se terminó acordando todo”, confió a PERFIL CORDOBA un legislador albertista y agrega que “el futuro va a depender del factor externo”. “Si vamos juntos, hay paz; si no hay acuerdo, se verá”, agrega otro dirigente del peronismo con respecto al futuro del escenario legislativo provincial. 

Entre los que responden en Córdoba al presidente Alberto Fernández reconocen que desde Balcarce 50 siempre están dispuestos al diálogo. Y lo respaldan con el llamado a la unidad que pidió el mandatario nacional en el acto que encabezó Caserio el miércoles último. 

Para los legisladores de vínculo con Caserio el año cerró como esperaban: “nos respetaron todo”, dijo una parlamentaria a la hora de referirse al reparto de las comisiones. Y creen que no cambiará nada en el futuro inmediato cuando la actividad regrese el 1º de febrero.

Sin embargo, reconocen en la Unicameral que, si no hay acuerdo, puede haber tensiones en el legislativo provincial. 

“Si hay o no acuerdo, se verá qué pasa adentro. Quién sabe que puede pasar en junio. Falta mucho”, dijo un legislador del peronismo a este diario. De todas maneras, también hay albertistas que optan por descomprimir cualquier tipo de tensión y dicen que no se impulsan fricciones desde Buenos Aires. 

“No se va a repetir ningún tipo de factor que haya existido antes. Acá no es que, si no hay acuerdo, se empiezan a retacear o demorar los fondos. Eso se hacía antes y allá creen que no es el camino. Sobre todo, porque encima está Wado (Eduardo de Pedro, ministro del Interior) para que eso no suceda”, agregó un albertista de asiduos viajes a despachos nacionales. 

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Un interlocutor. Al bloque lo integran Rodrigo Rufeil, Mariana Caserio, Laura Labat, Franco Miranda, Carlos Presas, Gustavo y María Eslava, Tania Kyshakevych, Miguel Maldonado y regresa Walter Saieg. De todos, sobresalen como voceros Rufeil y Presas, y más de uno de ellos coincide con que el interlocutor del lado de la Provincia es el vicegobernador Manuel Calvo. 

El diálogo con el jefe del bloque, Francisco Fortuna, es medido; y con el presidente provisorio del cuerpo, Oscar González, casi nulo. Por lo que todo pasa por el despacho de Calvo. 

“Hay una relación con Manuel, pero por una cuestión generacional. Se cumple de un lado y del otro, por eso va a seguir de esa manera”, razonó uno de los albertistas en la Unicameral. Y agregó que, el objetivo 2021 es aumentar el número de escaños pensando a futuro. 

En el schiarettismo, después de los amagues de este año, y la paz firmada tras el episodio reforma jubilatoria -gentileza que los diputados de Schiaretti devolvieron en la semana en el Congreso-, entienden que no habrá fricciones. Que todo se termina cuando comienzan a discutir lo grueso y que tampoco se animan algunos a alejarse mucho del calor del Panal.