Este jueves 7 de mayo fueron confirmados 163 nuevos casos de COVID-19 en la Argentina, tal y como se consignó en el informe vespertino que difunde el Ministerio de Salud de la Nación. Con estos registros, suman 5.371 positivos en el país. Del total de esos casos, 929 (17,3%) son importados, 2.372 (44,2%) son contactos estrechos de casos confirmados, 1.597 (29,7%) son casos de circulación comunitaria y el resto se encuentra en investigación epidemiológica.
Además, se registraron nueve nuevas muertes. Seis hombres, cuatro de 85, 73, 77 y 83 años, residentes en la provincia de Buenos Aires; otro de 63 años, en la provincia de Santa Fé; y otro de 60 años, en Capital Federal; y tres mujeres, dos de 86 y 88 años, que vivían en la provincia de Buenos Aires; y otra de 94 años, en CABA. Al momento la cantidad de personas fallecidas asciende a 282.
En el nuevo informe diario del programa de comunicación conjunta establecido entre el prestigioso Instituto de Investigaciones Epidemiológicas (IIE) y Editorial Perfil se realizó un análisis de indicadores utilizados internacionalmente en diferentes países.
“Como orden de los países utilizaremos la tasa de fallecidos por millón de habitantes, y por letalidad (decesos entre los diagnosticados) en la cual se encuentran con los valores más elevados los países denominados del primer mundo, que coincidentemente son los que tienen las mayores tasas de pruebas diagnósticas por millón, superando todos los países las 20 mil”, se expone en el informe del IIE.
El número de tests es un dato que no se puede tomar de forma aislada y tampoco se lo puede comparar con la población que tiene cada país. Para que nos dé información útil hay que ver cuántas personas dan positivo del total a las que se les llevan a cabo las pruebas, algo que se denomina “la razón”. La misma permite visualizar el esfuerzo que realizan los países para detectar un contagio.
“Los países que tienen el mayor número de infectados, las tasas más elevadas de mortalidad por millón como así la letalidad tienen un valor bajo de la razón, lo que informa en estos casos que las naciones sólo estarían detectando a los positivos y a los contactos estrechos”, se afirma en el informe del IIE.
“Por el contrario, los países con una razón elevada de estudios, informan que están haciendo búsquedas más amplias, y de allí el impacto de las medidas en la reducción de los casos. Por lo tanto debe tenerse cuidado en la utilización de las técnicas de búsqueda de casos, lo más indicado sería reforzar la búsqueda en los focos de ocurrencia para detectar al mayor número de contactos y poder controlar la transmisión del foco”, se concluye.
En ese marco, el epidemiólogo Roberto Chuit, director ejecutivo del IIE, consideró: “Argentina ya hace 14 tests por cada positivo, es decir, que va incrementando la búsqueda de contagios y el número de foco. Pero deben aumentarse las pruebas donde el virus está circulando, dirigido a esas zonas y no de forma masiva porque así hay más posibilidades de hallar los positivos y controlarlos”.
Para las zonas en las que empezaron a flexibilizar la cuarentena, el especialista recomendó: “Habría que acortar los tiempos entre la toma de muestras y el diagnóstico y segundo ampliar la búsqueda de lo que son los posibles contactos para que, de esa forma, se pueda acotar el espacio donde circula el virus y las situaciones de aislamiento que se implementarían en cada una de esas regiones”.
B.D.N./FeL
