CORONAVIRUS
Pandemia

Covid-19: fuerte baja de casos tras el descontrol de las fiestas y se aleja la segunda ola

Argentina está por cerrar su sexta semana consecutiva de baja de casos de coronavirus.

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Sociedad. Hormiguitas trabajadoras llevando el alimento, pero sin contacto. | Marcelo Silvestro

Argentina está por cerrar su sexta semana consecutiva de baja de casos de Covid-19, tras el fuerte pico que se registró después de las fiestas de fin de año y los primeros días de enero. De este modo, los expertos sostienen que el país se encuentra aún en la primera ola y que el aumento de contagios se debió a la relajación del clima navideño.

En la primera semana del 2021 hubo un promedio de 11.367 de casos confirmados de coronavirus, seguida por 11.081, 10.030, 8581, 7775 y 6.493. La tendencia se mantiene, por lo que se estima que esta última la cifra sería aún más baja. No obstante, los registros todavía están lejos de la media de 3.300 positivos que se habían logrado en la primera semana de diciembre del 2020.

El pico de casos de coronavirus en Argentina se registró el 21 de octubre, cuando se confirmaron 423 muertes y 18.326 nuevos contagios en esas 24 horas. Para ese entonces, el total de infectados era de 1.037.325 y las víctimas fatales sumaban 27.519. En apenas cuatro meses, estas dos últimas cifras van camino a duplicarse (2.046.795 y 50.857 según los datos del 18 de febrero).

La Argentina sigue en la primera ola y se recupera del pico de enero

El segundo pico de contagios se produjo el 7 de enero, cuando se reportaron 13.835 nuevos casos en 24 horas. “La subida de casos al arrancar el 2021 se debe al accionar de la población durante las fiestas de fin de año y la desaprensión de mucha gente a los días de turismo. No fue más grave porque nos tocó el verano y muchas de las actividades se hacían en lugares abiertos”, analiza en diálogo con PERFIL Roberto Chuit, director del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas.

A eso se le suma otro dato positivo: actualmente hay 146.487 enfermos de Covid-19 en el país (que se obtienen de restar a la cifra total de casos acumulados los recuperados y los decesos). En enero, la tasa de recuperados llegó al pico de los 173.640. Es decir, que parece que la Argentina está dejando atrás las consecuencias del descontrol de Navidad

Cuarentena extendida, vacaciones y la vacuna: un cóctel para el descontrol

Chuit indicó que lo sucedido en enero no se puede considerar una segunda ola, sino más bien un nuevo pico dentro de la primera. Esto es porque los casos no bajaron lo suficiente en diciembre para dar por cerrada la etapa, ni tampoco disminuyó el número de personas en terapia intensiva, sino que se mantuvo estable.

Lo que pasó es que cambió el perfil de la persona que se contagió en enero. "En octubre y noviembre los enfermos tenían un promedio de edad que estaba alrededor de los 38 años y ésta bajó. Esto es porque los nuevos positivos se dieron en gente más joven”, indica Chuit.

Más recuperados, misma tasa de internación

El hecho de que los jóvenes fueran los que más se contagiaron a comienzos de año es la razón por la que pese a que se incrementaron sustancialmente los positivos, el número de personas en terapia intensiva se mantuvo relativamente estable. Los de menos edad acostumbran a transitar la enfermedad de forma más leve, con menores complicaciones e incluso no requieren tratamiento dentro del hospital. 

Por eso, se mantuvo la cifra de los internados en terapia intensiva al mismo tiempo que se aceleró la tasa de recuperados. En febrero ha habido en promedio un 15% menos de enfermos que el mes anterior.

hisopados test de coronavirus
Los tests de coronavirus se incrementaron. 

Otro dato no menor es el hecho de que se incrementaron los testeos realizados, por lo cual se detectaron un mayor número de personas positivas que en otros períodos. La Argentina superó las 40 mil pruebas diarias en todo febrero, por lo que se necesitan entre 7 y 8 para detectar un positivo cuando ese número estaba entre 3 y 4 en plena ola. Los especialistas insisten en que la cifra debería segur en ascenso para el control de la pandemia.

El epidemiólogo pronostica que esa segunda ola podría ser menos significativa que en el hemisferio norte si avanza la campaña de inmunización: “Se espera que se mantenga esta relativa calma y que si pudiéramos llegar a vacunar un número importante de gente no sufríamos lo que pasa en Europa con los confinamientos. Tampoco hay demasiados fines de semana largos que provoquen condiciones de hacinamiento por lo cual uno debería esperar que no sea tan grave”.

CP