El gran desafío de las políticas sociales del gobierno nacional es convertir los distintos programas, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y la Asignación Universal por Hijo (AUH) en una renta básica universal, afirmó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, durante una mesa de debate virtual de la que también participó el ex presidente Eduardo Duhalde, uno de los grandes impulsores de esa iniciativa y autor del libro “De Tomás Moro al hambre cero: la Renta Básica de Ciudadanía”.
“Creemos que la salida para las crisis a las cuales estamos tan acostumbrados a atravesar debe enfocarse en los ejes del trabajo, la renta básica y el acceso a los servicios básicos”, porque “no es sólo un problema de ingresos, o de trabajo, y no es sólo un problema de falta de infraestructura básica. Es todo a la vez”, afirmó el ministro, luego de reconocer que el problema del déficit aparece como un desafío a resolver.
La necesidad de enfatizar políticas activas para evitar la profundización de la pobreza y la caída en la indigencia precede a la situación generada por la cuarentena y la epidemia de COVID-19. Desde entonces, el cuadro social no dejó de agravarse: especialistas en la cuestión social, los organismos internacionales y el ámbito académico confirman que la caída del PBI conllevará un aumento en los índices más complejos. Daniel Arroyo definió como “crítico” al cuadro social. Y en ese contexto, la propuesta de la Renta Básica Universal aparece como la continuación del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), que viene proponiendo desde hace tiempo el ex presidente es una de las estrategias que deben tomarse.
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Arroyo participó del debate virtual organizado por la Escuela de Política y Gobierno de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCA sobre la renta básica universal, junto a Duhalde y académicos de la Universidad, como el director del Observatorio de la Deuda Social de la misma Universidad, Agustín Salvia.
En el debate, Eduardo Duhalde, autor de un libro sobre el tema señaló que “la discusión acerca de la renta básica es un debate necesario que tenemos que darnos, y el cual debe transformarse en efectivas políticas públicas, las cuales tienen que tener el eje puesto en la libertad". En esta línea, sostuvo que estos "conceptos están ligados a esa misma libertad y a la autonomía de las personas, y destacó que lo que hoy es una utopía, el día de mañana puede ser una realidad del futuro, si se trabaja en pos de ese objetivo. Al finalizar, advirtió que si se quieren políticas sociales como las propuestas, se tiene que respetar, principalmente, la institucionalidad”.
Especialistas. El día jueves 25 de junio, la Escuela de Política y Gobierno de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCA llevó adelante la mesa de debate acerca de la renta básica universal. La misma fue moderada por Lourdes Puente, Directora de la Escuela, y contó entre sus expositores, además de Arroyo y a Duhalde, Yanina Welp, Investigadora del Albert Hirschman Centre on Democracy y coordinadora editorial de Agenda Pública; Agustín Salvia, Director del Observatorio de la Deuda Social (ODSA-UCA); Fernando Gril, escritor, músico, y autor de "Renta Básica Universal. Por qué y cómo terminar para siempre con la pobreza"; Laura Pautassi, Investigadora Principal CONICET-UBA; Eduardo Lépore, Director del Programa de Investigación Pobreza, Inclusión y Política Social (IICS-UCA).
Agustín Salvia señaló que la decisión debe tomarse en un contexto de medidas urgentes. Comenzó sosteniendo que el Estado debe adoptar un objetivo explícito de reducir e impedir el desempleo y la inactividad productiva involuntaria, garantizando empleos públicos o asociados con un salario constitucional a quienes lo necesiten. Sobre la renta básica universal, destacó que un ingreso ciudadano tiene el riesgo de empoderar solo a agentes consumidores o agentes de mercados, y no a ciudadanos o agentes productores de riqueza social; y que puede correr el riesgo de no producir transformaciones estructurales, motivo por el cual no se reducirían desigualdades a partir de eso, más allá de que pueda empoderar a los individuos. Sin embargo, ponderó este tipo de políticas como herramientas de coyuntura frente a catástrofes y emergencias en las que, básicamente, se puede atender de una forma más adecuada a las poblaciones de riesgo.
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Yanina Welp continuó realizando un sumario de las políticas que se implementan en España, país en el cual se aprobó un ingreso mínimo vital y móvil, que se diferencia de la renta básica universal porque cuando esta es incondicional, permanente y dirigida a individuos; el otro se caracteriza por ser condicionado, temporal, y otorgado a hogares.
Fernando Gril valoró la oportunidad de debatir sobre el tema en cuestión y animó a los presentes a no dejarse vencer por los prejuicios sobre la renta básica. En este sentido, expuso sobre los trabajos documentados y subrayó que la academia tiene que pensar estas herramientas con encuestas y trabajos estadísticos, que permitan pensar una correcta implementación como políticas públicas. En cuanto a la idea de universalidad, destacó que la misma debe ser pensada como una decisión política de terminar con la pobreza en términos financieros y de ingresos.
Laura Pautassi sostuvo que el gran aporte es la idea de universalidad, la cual representa para cada persona un reconocimiento de sus derechos humanos, vinculado a la incondicionalidad. Sin embargo, y al tratarse de políticas redistributivas, remarcó que un punto central es el del financiamiento.
Desde una perspectiva social cristiana, Eduardo Lépore señaló que desde ese abordaje no debemos olvidarnos del horizonte y de poner en el centro la idea del trabajo humano como clave esencial, sin olvidar la dimensión de la dignidad humana. Además, puso el énfasis en la necesidad imperiosa de poner el eje en el compromiso institucional en el empleo, y afirmó que el financiamiento y la sostenibilidad en el tiempo son discusiones que tienen que darse, los cuales tienen que ir acompañados por una construcción de legitimidad social, que no deje de lado el vínculo entre esa protección social con el mercado de trabajo.