Las medidas de confinamiento implantadas en casi 200 países por la pandemia de COVID-19 parecen haber reducido la violencia sólo en los países con una tasa de homicidios relativamente baja, pero tuvo poco impacto en los homicidios cometidos por el crimen organizado, de acuerdo con un informe de las Naciones Unidas publicado este miércoles 13 de mayo.
Se registró una drástica disminución de la violencia letal, como los homicidios, en Europa Oriental y en Estados Unidos bajo el confinamiento por el coronavirus, de acuerdo con los hallazgos presentados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en un informe publicado por 36 organizaciones internacionales bajo el auspicio del Comité para la Coordinación de las Actividades Estadísticas (CCSA).
El informe tiene el objetivo de presentar "un panorama único" de los impactos múltiples que la crisis de la COVID-19 ha tenido en la vida diaria y en la macrodinámica social y económica y apoyar las decisiones políticas con base en hechos y en la ciencia, señaló la UNODC.
Los datos en la tendencia de homicidios muestran que desde marzo y hasta mediados de abril los niveles permanecieron estables o han disminuido ligeramente en América Central, de acuerdo con la UNODC. Explicó que esto podría estar relacionado con los distintos régimenes de confinamiento, pero también al hecho de que los principales actores, como el crimen organizado y las bandas juveniles, continúan operando violentamente.
Sin embargo, señaló que evaluar el impacto en la violencia doméstica es algo complejo. Mientras que se observó una disminución en los asesinatos basados en el género en algunos países, las solicitudes de asistencia en las líneas de apoyo telefónico o centros de servicio de protección se incrementaron en varios países.
El impacto de la pandemia en la vida diaria y sus consecuencias en lo social y económico, los objetivos del estudio
El tráfico internacional de heroína, transportada principalmente por tierra, ha sido interrumpido por las restricciones de confinamiento más que el tráfico de cocaína, que depende de las rutas marítimas, indica el informe.
Los grandes decomisos de cocaína recientes en puertos europeos muestran que el tráfico internacional de cocaína continúa, añade. "Para actuar efectivamente, necesitamos datos firmes que nos orienten. Medir los muchos impactos de la COVID-19 es un elemento clave de la recuperación que el mundo necesita", dijo la directora ejecutiva de UNODC, Ghada Waly. "Junto con las agencias de la ONU y otros socios, la UNODC está contribuyendo a entender mejor la nueva realidad que nuestras sociedades están enfrentando y ayudar a los encargados de tomar las decisiones a buscar soluciones basadas en evidencia en esta crisis", añadió.
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