El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, parece utilizar la superstición y la negación como principales armas en su lucha contra la pandemia del coronavirus. Dirigiéndose a periodistas, el mandatario mostró los amuletos religiosos que lleva consigo cuando se le preguntó cómo se protegía, a sus 66 años, de la pandemia que en México afecta a 251 personas y mató a dos. "Son mis guardaespaldas", dijo López Obrador, un creyente declarado, tras sacar de su billetera un "Detente del Sagrado Corazón de Jesús" y otros talismanes.
"Mexicanos, vamos para adelante y no dejen de salir", proclamó el mandatario en un video, en el que instó a la población a salir a las calles, bares, restaurantes, días después de haberlos animado a abrazarse más. López Obrador, definido como un "milagrero", siempre consideró a los aztecas con un poder especial para estar por encima de una pandemia que azota a todo el mundo.
"Todavía estamos en la primera fase", dijo AMLO. Yo les voy a decir cuándo no deben salir. Pero si pueden hacerlo, y tienen posibilidad económica, pues sigan llevando a la familia a comer, a las fondas, porque eso es fortalecer la economía familiar, popular. No hacemos nada bueno, no ayudamos si nos paralizamos sin ton ni son, de manera exagerada. Vamos a seguir haciendo la vida normal, y el presidente les va a decir cuando hay que recogerse", afirmó con total tranquilidad.
México reportó la primera muerte por coronavirus
La cifra de contagios del coronavirus en México aumentó el 23 d marzo un 25%, para llegar a 316, que incluye dos fallecimientos, mientras poco a poco el país se encamina hacia una cuarentena completa. Ciudades y poblados semidesiertos, restaurantes y comercios semivacíos y calles escasamente transitadas es el panorama desolador que ofrece la mayor parte del país.
Las clases se suspendieron el lunes en todo el país, aunque en un tercio las aulas habían cerrado una semana atrás, y el gobierno federal canceló desde hoy y por un mes las labores no prioritarias y envió a casa a ancianos, embarazadas y discapacitados. Sólo quedarán exentos los guardianes del orden y los responsables de brindar servicios públicos indispensables como el de salud, agua, electricidad o recolección de residuos en las calles. En este contexto, el país comienza a ser rehén del miedo con rumores que circulan a una velocidad sorprendente a través de las redes sociales.
Los mexicanos no salen a comer
Los restaurantes de las zonas céntricas de la Ciudad de México habitualmente repletos de oficinistas y turistas extranjeros se ven cada vez más vacíos. Ante la pandemia de Covid-19 que fue acumulando en México nuevos casos diarios, el ritmo de la vida cotidiana en las calles de la poblada capital bajó los últimos días y sus efectos eran notorios en restaurantes, cafeterías y típicas taquerías con pocos comensales, según Xinhua.
En Juárez, un barrio de oficinas y hoteles en el corazón de la ciudad, los trabajadores de muchos restaurantes pequeños y grandes afrontaron la hora de la comida a medio día, la de más afluencia, parados frente a mesas vacías o aburriéndose detrás de la barra de servicio. "En un día normal atendemos a 210 personas, hoy tuvimos 10", describió Gerardo, mesero de un restaurante de cocina mexicana en calle Hamburgo usualmente concurrido por oficinistas.
El gobierno de la Ciudad de México anunció la víspera el cierre por 25 días a partir de hoy de cines, teatros, museos, deportivos, zoológicos e iglesias como medida ante el nuevo coronavirus, que a la fecha sumaba 367 casos con cuatro muertes a escala nacional. Los restaurantes y centros comerciales de la ciudad no fueron incluidos de momento en la medida para evitar contagios, pero los negocios de alimentos resentían ya la menor cantidad de gente en las calles a medida que hoy también inició una suspensión de clases en escuelas. "Lamentablemente para la industria restaurantera el panorama es desolador", explicó la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
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La Canirac indicó que más de 500 restaurantes ya habían decidido cerrar puertas en la capital, donde, detalló, existen 53.647 establecimientos de alimentos y bebidas que generan 200.000 empleos directos y 350.000 indirectos. Además, agregó que en un país donde la industria gastronómica abarca unos 515.000 establecimientos que generan 1,7 millones de empleos directos y 3,5 millones indirectos a escala nacional, representando el 1,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, hay ciudades donde todos los establecimientos suspendieron su servicio.
La Ciudad de México, la quinta más poblada del mundo con 21,5 millones de habitantes en 2018, según la ONU, era hasta el momento la entidad del país con más contagios al acumular 60 casos con dos fallecimientos. Funcionarios de Salud anticiparon por la noche que ante la alta densidad poblacional de la urbe se espera que sea la zona con mayor transmisión del virus en México, país que hoy comenzó la "Jornada Nacional de Sana Distancia" que, entre otras medidas, llama a quedarse en casa.