El gobernador de uno de los estados de los Estados Unidos prohibió este miércoles la obligatoriedad de la vacuna contra el coronavirus. Se trata de Greg Abbott, de Texas, quién consideró que si bien está a favor de la aplicación de las dosis, tiene que ser de manera “voluntaria y nunca forzada”. Hace semanas el presidente Joe Biden había dispuesto que las empresas exijan a sus empleados que se coloquen la vacuna.
A contramano de lo que había dispuesto el presidente norteamericano para aquellas empresas de más de un centenar de trabajadores y trabajadoras, Abbott ahora salió a decir que no se puede obligar a las personas a que se inoculen contra el coronavirus. “La vacuna contra el COVID-19 es segura, eficaz y nuestra mejor defensa contra el virus, pero siempre debe ser voluntaria y nunca forzada”, sostuvo.
El mandatario texano ya había anticipado en agosto pasado que las empresas eran “libres” por lo que no “necesitan” que el gobierno las dirija o les imponga decisiones.
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Ahora que el gobernador dispuso que no se obligue a las empresas se inició una batalla legal entre ese estado y Washington ya que, según consignó el sitio RFI, no hay pruebas de que el gobernador tenga autoridad para tomar una decisión “tan unilateral”.
La iniciativa del presidente Biden de exigirle a las empresas que vacunen a sus empleados o que los inste a hacerse un test semanal apuntaba a disminuir el riesgo de contagio de coronavirus, una pandemia que al igual que a los países del mundo también castigó fuerte a los Estados Unidos.
La decisión del mandatario de evitar que sea obligatoria la aplicación de vacunas contra la enfermedad generó rápidamente varias reacciones a favor y en contra.
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“El gobernador Greg Abbott hizo lo que tenía que hacer para proteger a las empresas de Texas. Muchos empresarios quieren estar a la moda o tienen tanto miedo al riesgo que es patológico: enseguida ponen normas que obligan a vacunar, por lo que la gente quiere defender su libertad”, dijo Dan Creshaw, un funcionario republicano.
“Muchos abogados están al teléfono ahora mismo con los ejecutivos de las empresas o los directores financieros para saber cómo van a responder estas empresas a la nueva directiva", sostuvo, por su parte, Mark Jones, politólogo de la Universidad de Rice. “Esto da a miles de empleados y sindicatos que se oponen a la vacunación obligatoria en el lugar de trabajo un argumento para luchar”, agregó.
Tras la controversia, desde la Casa Blanca recordaron al comienzo de esta semana que la ley federal “prevalece” sobre las leyes y normas de los estados norteamericanos, de esa manera desacreditaron la iniciativa de Abbott. Por lo bajo, sin embargo, algunos consideran que la decisión del gobernador de Texas es de tinte político ya que en un año serán las elecciones a gobernador y otros candidatos republicanos más a la derecha están ganando puntos.
fuente: RFI
ASV cp