Desde el mes de mayo, la Organización Mundial de la Salud comenzó a utilizar letras del alfabeto grieto, respetando el orden establecido, para nombrar las diversas variantes del Covid-19 que se fueron sucediendo. Sin embargo, no ocurrió con ómicron.
Tras aparecer al menos nueve mutaciones distintas, y que surgieron de la cepa original del virus, Delta culminó siendo la más dominante a nivel mundial. Detrás de ella se pueden encontrar otras como épsilon, iota, lambda y gamma.
Sin embargo, y cuando se esperaba que ninguna otra modificación visibilizara la luz, se descubrió en Sudáfrica una nueva clase de coronavirus con el difícil nombre científico de B.1.1.529. En ese entonces, los observadores esperaban que se la nombrara "nu".
Dicha letra griega se encuentra situada entre la xi y la mu, vista por primera vez en Colombia. A pesar de ello, y para sorpresa de varios científicos, la Organización Mundial de la Salud decidió romper con el orden alfabético y elegir a dedo.
Tras realizar la selección, el organismo internacional emitió la correspondiente justificación. "Nu se confunde demasiado fácilmente con 'nuevo' y xi no se utilizó porque es un apellido común", explicó en comunicado enviado por correo electrónico a CNN.
A continuación, agregó que "las mejores prácticas de la OMS para nombrar nuevas enfermedades sugieren evitar causar cualquier tipo de ofensa a cualquier grupo cultural, social, nacional, regional, profesional o étnico, sin importar cómo ni cuándo".
Dichas declaraciones van en concordancia con las emitidas en mayo, cuando la Organización Mundial de la salud remarcó que "los nombres científicos de las enfermedades pueden ser difíciles de pronunciar y son propensos a los reportes erróneos".
"Como resultado, la gente a menudo recurre a llamar a las variantes por los lugares donde se detectan, lo cual no es más que un acto totalmente estigmatizante y discriminatorio", condenó a la vez que instó evitar este tipo de asociaciones.
Un claro ejemplo de ello es la denominación de "el virus de Wuhan" o "el virus chino" para describir al Covid-19 ha llevado a la persecución de las personas de ascendencia asiática. Bajo esa misma línea es que se entiende la no intención de usar xi.
Qué se sabe sobre la variante Ómicron, la preocupante sucesora de Delta
Aunque se pronuncia de forma diferente, la letra griega xi tiene una similitud con el apellido chino Xi, como el líder chino Xi Jinping, lo que alimenta la especulación de que puede haber desempeñado un papel en la omisión del nombre por parte de la OMS.
Finalmente, a través de su sitio web, la Organización identificó las estrategias más efectivas para dicha denominación con el objetivo de minimizar el impacto negativo de los nombres en el comercio, los viajes, el turismo o el bienestar de los animales".
Así es como esta última variante del coronavirus pasó a llamarse Ómicron, como es conocida a nivel mundial. En caso de continuar surgiendo nuevas variantes, hay nueve letras más en el alfabeto griego. La siguiente es pi.
JFG / ED