La causa de los cuadernos de la corrupción en la obra pública es otro factor de tensión en los tribunales federales de Retiro. El jueves, el fiscal Carlos Stornelli formalizó un pedido para sumar a dos fiscales generales a la investigación que deberán colaborar en la preparación del expediente hacia el juicio oral y público, como había adelantado PERFIL en marzo pasado. Elegirlos no será una tarea fácil. La medida causó resistencia y malestar entre los posibles candidatos, de acuerdo con las fuentes consultadas por este medio.
Stornelli oficializó su intención de incorporar fiscales de juicio a la causa a través de una nota que envió a su superior directo, Germán Moldes, fiscal general ante la Cámara Federal porteña. Moldes, a su vez, elevó el pedido a la Procuración General de la Nación, que deberá consultar a los fiscales de juicio, quienes están dispuestos a sumarse a la tarea.
En los tribunales orales que juzgan casos de corrupción, solo una de los ocho fiscales de juicio se mostró hasta ahora dispuesta a incorporarse a la causa de los cuadernos. Las razones de la renuencia de los funcionarios son varias. Se trata de una de las causas más voluminosas de los últimos tiempos, con más de cien imputados y complejidades extra, como los arrepentidos y un juez difícil para congeniar.
La tarea es titánica y la mayoría de los fiscales tienen al personal y sus cargas horarias colapsados por la cantidad de juicio complejos que llegaron a instancia de juicio en los últimos dos años, contaron en los tribunales.
Los arrepentidos son la principal duda de los fiscales de juicio, agregaron. Ninguna de las declaraciones fue grabada en audio o video, como marca la ley. Aunque la Cámara Federal porteña convalidó los testimonios del expediente, los abogados de las defensas tienen esa carta para intentar complicar el juicio. Los fiscales lo saben, y quienes asuman la nueva tarea deberán buscar la forma de contrarrestar a las defensas, aunque el “error” ya esté consumado. Deberán encontrar la manera de garantizar que esos testimonios puedan ser utilizados en un juicio futuro y que los implicados no puedan luego argumentar que algunos de los arrepentidos fueron “coaccionados” para declararse culpables y para acusar a otros.
Además, se suma la situación del fiscal Stornelli, investigado en el juzgado federal de Dolores, a cargo de Alejo Ramos Padilla. Stornelli debe ser indagado por su supuesta complicidad en una red de espionaje ilegal que integraba el falso abogado Marcelo D’Alessio junto a recientes ex integrantes de la AFI y dedicada a la supuesta extorsión y armado de causas judiciales. Los cuadernos quedaron envueltos en la trama de Dolores.
