El jueves pasado se inauguró El trazo irreverente. 10 años sin Andrés Cascioli, una muestra gráfica que recuerda al gran dibujante, humorista y editor de las ya legendarias publicaciones Satiricón y Humor, entre otras revistas, a diez años de su fallecimiento. Realizaron la presentación Tomás Sanz (ex jefe de redacción de Humor), el escritor Oche Califa y el periodista y escritor Carlos Ulanovsky, redactor tanto de Satiricón como de Humor, que cerró en octubre de 1999. La exposición de la obra visual de Cascioli incluye las recordadas caricaturas de humor político que publicaba en las revistas que dirigió, como también de estrellas del rock argentino, varios retratos de personalidades que realizó por encargo y diversas viñetas, ilustraciones y dibujos compuestos por diversas técnicas, de la simple birome al óleo. La curaduría se encuentra a cargo de Nora Bonis y Malena Cascioli, la esposa y la hija de Cascioli.
Nacido en Avellaneda en 1936, Cascioli satirizó a muchos de los políticos argentinos durante más de tres décadas y convirtió a la revista Humor en un espacio creativo donde colaboraron Alejandro Dolina, José Pablo Feinmann, Osvaldo Soriano, Juan Martini y Horacio Verbitsky, entre otros escritores y periodistas, y donde se formaron artistas gráficos como Eduardo Maicas, Maitena o Rep. Figura destacada del humor político en la gráfica ya desde los comienzos de los 70, Cascioli fundó la revista Humor en 1978 y la transformó rápidamente en un emblema de confrontación con la censura de la dictadura cívico-militar, de lo que resultó un jalón sin antecedentes en la historia del periodismo y el humor gráfico argentino. Irreverente y audaz, Cascioli combinó la inteligencia artística y la crítica social, que logró plasmar en algunas de las memorables tapas de Humor.
Se había iniciado en el diseño publicitario. En 1959 se integró al departamento de publicidad de Pelikan, y luego dirigió tres revistas de historietas: Casco de Acero, Tucson y Maverick. En 1972 fundó, con el humorista gráfico Oskar Blotta, la revista Satiricón, y tres años después Chaupinela. Más tarde, en 1978, creó Humor. Cascioli fue autor de ilustraciones, caricaturas y viñetas publicadas en estas míticas publicaciones. El éxito de Humor le permitió fundar Ediciones de la Urraca, una editorial que en sus mejores años publicó más de una decena de revistas, entre ellas El Péndulo (la revista de ciencia ficción más importante de las publicadas en Argentina, que dirigió Marcial Souto), Mutantia, Superhumor, Sex-Humor, Humi, El Periodista de Buenos Aires y Fierro, además de libros de historieta y novela gráfica. A fines de 1980 la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos adquirió cuatro de sus obras, y entre los muchos galardones que recibió, en 1982 obtuvo por Humor el premio a la Mejor Revista Satírica del Mundo, en Italia, mientras ese mismo año la Asociación de Dibujantes de la Argentina lo distinguió como Caricaturista del Año. En 2001 creó y dirigió, en Editorial Perfil, la revista quincenal El Cacerolazo.
La muestra podrá ser visitada en el Espacio Eudeba/Arte (Av. Rivadavia 1571, CABA) de lunes a viernes de 9 a 18, hasta el 31 de julio.
