La importancia de Barcelona en la historia cultural argentina está ligada a la inmigración, a las distintas formas en que sus ciudadanos desarrollaron actividades en Argentina, al refugio que representó para buena parte de los intelectuales argentinos durante la dictadura, y a posteriori, durante las distintas crisis económicas. Existe ahí un puente, tanto intelectual como social. En este sentido Barcelona se considera “casa de escritores” porque en ella vivieron Josep Carner, Jaime Gil de Biedma, Joan Maragall, Santiago Rusiñol, Maria Mercè Marçal, Josep Pla, Mercè Rodoreda y Montserrat Roig, y porque viven allí Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Imma Monsó, Quim Monzó, Sergi Pàmies, Isabel-Clara Simó y Enrique Vila-Matas. También dio su lugar a escritores como Mathias Énard o Jonathan Little. Y en ella vivieron de Bernat Metge hasta el Baró de Maldà o Miguel de Cervantes, Stendhal, Hans Christian Andersen, Jean Genet, Simone Weil, George Orwell, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar o Mario Vargas Llosa y Roberto Bolaño. En la actualidad, los argentinos Ana Basualdo, Nora Catelli, Marcelo Cohen, Edgardo Dobry, Rodrigo Fresán y Matías Néspolo, publican, también viven, entre Buenos Aires y la capital catalana. Cabe recordar que tanto Oscar Masotta como Osvaldo Lamborghini, terminaron sus días allí, así como la frecuentara Germán García, todos ellos núcleo fundante de la conjetura de los significados desde el psicoanálisis lacaniano y la literatura en nuestra lengua argentina.
Barcelona desembarca en la Feria del Libro
Del 25 de abril al 13 de mayo ‘Barcelona, ciudad literaria’, será el lema de su stand como ciudad invitada en la edición 45 de la Feria del Libro de Buenos Aires. Allí se realizarán tres exhibiciones: “Visita Barcelona en 32 ilustraciones”, “La literatura catalana en el mundo” y “Librería Catalònia, Editorial Sudamericana y editorial Edhasa. Libros de ida y vuelta”. Esta última resulta sumamente interesante para la exploración de lo que se entiende como “catálogo”, tanto de autor como de series temáticas, así como los criterios para elegir qué textos traducir, y que en su conjunto gráfica buena parte de la historia literaria, de la formación de lectores, en Argentina.
PERFIL se comunicó con María Teresa Carbano, presidente de la Fundación El Libro, quien expresó: “La presencia de Barcelona Ciudad Invitada de Honor en la próxima de Feria del Libro de Buenos Aires genera muchísimas expectativas en el público y en el mercado editorial argentino, creemos que el atractivo especial que provocan la literatura y cultura catalanas puede ser muy importante para que nuevos visitantes se acerquen a nuestra Feria. Sin dudas es una oportunidad para sumar nuevos lectores al gran acontecimiento cultural de América Latina.” De esta manera, el mercado editorial argentino tiende puentes con sus pares catalanes. Este intercambio puede ser fructífero, compartiendo experiencias e innovaciones, de cara a un futuro cargado de incertidumbre.
Rita Segato será la encargada de inaugurar la Feria del Libro de Buenos Aires
No obstante llama la atención lo que señalara Rubén H. Ríos en su nota en Diario Perfil: “La ausencia entre los escritores invitados por el programa de autores reconocidos en Cataluña (como Enrique Vila-Matas o Juan Marsé, que escriben en español, o de Sergi Pàmies o Quim Monzó, escritores de lengua catalana), es llamativa. Según los organizadores, algunos de ellos declinaron la invitación por razones personales.”. Ocurre que tanto las casas editoriales de capitales extranjeros como las editoriales argentinas han reducido sus planes de edición, sufriendo también una caída general en las ventas que se agudiza mes tras mes, siendo la recesión tan grave que apremia a la cadena del libro colocándola en serio riesgo de continuidad. En dicho panorama, “con un tipo de cambio que eleva el precio de los libros importados a la categoría de artículo de lujo para la mayoría de la población, las expectativas de venta y difusión resultan muy poco alentadoras”, señala el gerente comercial de una de las cadenas de librerías más importantes de Buenos Aires, quien prefiere mantener su identidad en reserva.
Esta espiral de decadencia disuade de concurrir a los escritores catalanes, al menos a los más reconocidos, ¿y a nosotros qué nos espera? Esta Feria del Libro será escenario de la gravedad de lo que ocurre. Al cierre de librerías, entre ellas la tradicional Clásica y Moderna, queda menos de un mes antes del evento. ¿Cuántas más cerrarán sus puertas? ¿Cuántas editoriales deberán retraer sus planes de edición? ¿Cuántas editoriales dejarán de existir? Tal vez, los editores catalanes deberían viajar con un peso más en el equipaje: ayuda humanitaria para el mercado editorial argentino…
* Escritor