En alianza con el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires y la Fundación Azcuy, por sexto año consecutivo, Azcuy, compañía integral de real estate, presentó la convocatoria al Premio Azcuy. El concurso de alcance nacional dirigido a artistas argentinos tiene como misión reconocer, difundir y fomentar la producción artística local, estimulando la puesta en valor del arte nacional.
Más de 500 artistas enviaron sus proyectos en esta edición, con propuestas de obras de arte inéditas de sitio específico para el nuevo edificio Donna Vita, ubicado en el barrio de Caballito.
“Ideas fijas” de Cecilia Szalkowicz: “Quise trabajar con el aire, con lo que el espacio contiene”
El martes 15 de octubre, en el Museo Moderno, el jurado de la edición 2024, conformado por Jimena Ferreiro (curadora del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires), Mariana Obersztern (artista escénica y curadora), Nicolás Bacal (artista visual), Sol Juárez (gerente de Proyecto Creativo e Innovación y Gestión Cultural AZCUY) y Gerardo Azcuy (fundador y director general de AZCUY), seleccionó las siguientes propuestas:
- El jardín del tiempo suspendido, Nicola Costantino
- Corriente formal, Marcolina Dipierro
- Sin título, Benjamín Felice
- De boca en boca, Eugenia Foguel
- Cucha expandida, Pablo Houdin y Gustavx Bianchi
- Asamblea patagónica, Adriana Martínez y Tomás Espina
- Cabeza de mujer, Débora Pierpaoli
- Carta astral para Donna Vita, Jorge Pomar
Los ocho finalistas recibirán un premio estímulo de 1.000 dólares y una devolución de los jurados para profundizar en sus proyectos durante un lapso de aproximadamente un mes y medio. Luego, volverán a presentar sus propuestas ampliadas frente al jurado, exposición de la cual surgirá la obra ganadora que se dará a conocer en noviembre.
El artista ganador recibirá un premio de 10 mil dólares más los costos de producción de su obra, que formará parte del edificio Donna Vita, desarrollado por Azcuy.
Proyectos finalistas:
El jardín del tiempo suspendido, Nicola Costantino (Rosario, 1964)
El proyecto propone la intervención de un mural en la fachada del edificio y de un jardín suspendido entre el techo y las columnas del parque de Donna Vita. A través de la técnica milenaria de cerámica japonesa Nerikomi, la artista busca presentar la belleza de las flores y las hojas mediante una geometría construida a partir de barros coloreados, con diseños de origen vegetal inspirados en estructuras fractales.
Corriente formal, Marcolina Dipierro (Chivilcoy, 1978)
El proyecto consiste en la realización de grupos escultóricos, a partir de composiciones lineales espiraladas y en forma de resortes realizadas en caños tubulares de acero inoxidable. En sus comportamientos, de expansión y compresión, rodean, envuelven, conectan formalmente zonas de columnas cilíndricas pudiendo abarcar segmentos longitudinales de diversas medidas acorde a su ubicación.
Sin título, Benjamín Felice (San Miguel de Tucumán, 1990)
El proyecto se centra en la realización de piezas que integran escultura y ornamentación para el edificio Donna Vita, con el propósito de conformar un diálogo entre el patrimonio cultural y las prácticas artísticas contemporáneas. La investigación parte de un análisis de los detalles ornamentales presentes en el arte sacro argentino, así como de la categorización americanista de principios del siglo XX de las culturas indígenas del NOA.
De boca en boca, Eugenia Foguel (Lomas de Zamora, 1987)
Los muros que enfrentan las áreas comunes del edificio Donna Vita se convierten en un friso escultórico animado y una gran fuente de agua. Un espacio de contemplación y reflexión en torno a cómo habitamos el tiempo y un recordatorio de que, finalmente, formamos parte de un ciclo natural de transformaciones e interacciones constantes.
Cucha expandida, Pablo Houdin (Buenos Aires, 1990) y Gustavx Bianchi (Buenos Aires, 1989)
Las esculturas/piezas que componen esta instalación retoman el universo formal del gato y sus juguetes domésticos, escalándolos hacia dimensiones humanas. Sus plataformas escalonadas incitan a trepar, y su recubrimiento mullido a reposar horizontalmente, mientras que el espacio interior contiene un refugio para que las infancias y personas adultas jueguen.
Asamblea patagónica, Adriana Martínez (Trenque Lauquen, 1964) y Tomás Espina (Buenos Aires, 1975)
El proyecto consiste en la producción de cerámicas de terracota de gran formato realizadas con técnicas de modelado desde el vacío y horneadas a leña. Piezas que aparentan presencias frágiles e imponentes a lo largo de todos los espacios verdes que rodean las piletas del patio interior de Donna Vita.
Cabeza de mujer, Débora Pierpaoli (Buenos Aires, 1979)
El proyecto propuesto consiste en la creación de un conjunto de esculturas en forma de torres o columnas modulares, realizadas en cerámica esmaltada. El uso de cerámica como material central permite una amplia gama de expresiones estéticas, debido a sus cualidades maleables y versátiles.
Carta astral para Donna Vita, Jorge Pomar (Buenos Aires, 1987)
¿Cuándo nace un edificio? La propuesta consiste en proyectar la carta astral de Donna Vita a partir de un conjunto instalativo compuesto por un mural de venecitas y placas de acero inoxidable pulido ubicados en el sector de las piscinas y una intervención textil en las sombrillas de todo el edificio.