CULTURA
Libro / Reseña

Drogas, internaciones y playa

Ya se consigue en el país la autobiografía del mítico líder de los Beach Boys, Brian Wilson. Un viaje tormentoso al interior de una mente brillante.

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El legendario Brian Wilson y la portada de su autobiografía. | Cedoc Perfil

Yo soy Brian Wilson... y tú no (Malpaso) es algo más que una simple autobiografía. Se trata de un libro experiencial, confesional, en donde el reconocido cantante y compositor de los Beach Boys declara ya en sus primeras páginas: “Mi historia es una historia musical (…), pero es también una historia de enfermedad mental”. 

Nacido en Inglewood, California, hacia 1942, pasó su infancia en Hawthorne, donde junto a sus hermanos –y por la insistencia de su padre, Murry Wilson– formaron una banda.
Si bien por un lado el padre les enseñó el amor por la música, ayudándolos a convertirse en un grupo musical de verdad, por otro les transmitió todo tipo de miedos e inseguridades: “Me gritaba todo el tiempo y me ponía nervioso. No era sólo un tipo duro, sino también áspero. Lo era con todos nosotros, conmigo y con mis hermanos: nos tomaba de los brazos y nos empujaba y nos pegaba (…). Cuando no nos ponía la mano encima, trataba de atemorizarnos de otras maneras. Se sacaba el ojo y nos hacía mirar el hueco que le quedaba en la cara”.

Luego del prematuro éxito de los Beach Boys, sin embargo, la conflictiva historia personal de Brian apenas comenzaba. Con sólo veintidós años empezó a escuchar voces dentro de su cabeza que lo amenazaban y atemorizaban. 

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Aunque para el autor estas voces llegaron después de tomar LSD durante largos períodos, “La voz de mi papá estaba ahí, diciéndome que era débil. Y luego estaban todas las otras voces, las que me dicen que no valgo nada, que debería rendirme, que me van a matar”.

El año 1964 fue crucial en la carrera de Brian Wilson, porque fue el año en que los Beach Boys dieron más de cien conciertos alrededor del mundo y grabaron más de cuatros discos, entre ellos su primer éxito número uno con “I Get Around”. Porque fue el año, además, en el que Brian se alejó de los escenarios, para participar en la banda sólo desde el estudio de grabación.

Los siguientes años fueron de una creación sin límites, donde Brian Wilson posiblemente llegó a la cima con la grabación de Pet Sounds (1966), uno de los discos más innovadores y experimentales de la historia. Aunque sus problemas mentales se acrecentaban, y Brian se pasaba de una internación clínica a otra: “Ansiedad y creatividad son casi lo mismo: ambas se tratan menos sobre lo que está frente a ti y más sobre lo que hay en tu cabeza (…). Si puedes preocuparte por problemas cuando no hay problemas alrededor, entonces puedes pensar en historias o canciones que no están alrededor. Puedes darle existencia a las cosas”.

Muchas de las canciones de los Beach Boys simulan simpleza o felicidad, pero sus letras contienen a los problemas internos de Brian (de la misma forma que John Lennon, en “Help!”, pedía “ayuda” con singular alegría). Es el caso de la famosa canción “Wouldn´t It Be Nice”, de la que se desprenden ideas y preguntas claras para cualquier joven: ¿Qué se sentiría escuchar tu propia voz interior, libre de todas esas voces autoritarias?

Esto es algo que caracteriza al libro y lo hace efectivo: la enunciación de capas formativas.

Algo que se hace más notable incluso en canciones como “God Only Knows”, una canción de amor  con frecuencia considerada como la más reconocida de la banda: “Si estás escribiendo sobre sentir miedo a perder tus vínculos, es fácil imaginar estos pares: love/ above, leave / believe. Pero también estábamos tratando de hacer una canción a lo grande. Abría con el verso `I may not always love you´, una manera extraña de empezar una canción de amor. Cierto, pero extraño. Algo tenía que estar en juego. Además, era un poco provocador mencionar a Dios en el coro o en el título de la canción, al menos en esa época (…). Este no era un dios público o estadounidense. Era algo más privado, esa fuerza que ayuda a una persona a controlar sus dudas y sus esperanzas. Eso ponía nerviosa a la gente”.