A sus 94 años falleció el escritor y ensayista Noé Jitrik que estaba internado en Colombia tras sufrir un ACV. Su familia -su esposa, la escritora Tununa Mercado, y sus dos hijos, el físico Oliverio Jitrik y la artista plástica Magdalena Jitrik- había viajado para acompañarlo.
Jitrik nació en Rivera, una ciudad bonaerense al límite de La Pampa en 1928 y en 1953 se sumó al destacado equipo de la revista Contorno. Allí estaban también David Viñas, León Rozitchner, Juan José Sebreli y Oscar Masotta.
También fue docente de la Universidad de Córdoba donde conoció a quien sería su esposa, la escritora Tununa Mercado. En 1974 se mudó a Buenos Aires y luego se fue a vivir por tres años a Francia. En 1974 trabajó como profesor en México, a donde se vio obligado a quedarse por las amenazas recibidas por la Triple A.
En 1987, ya radicado en Argentina, ingresó al Consejo de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET) y en 1990 dirigió la revista de análisis discursivo y semiótica sYc. Desde 1999 dirigió la obra Historia Crítica de la Literatura Argentina, que publicó en doce tomos la Editorial Emecé, cuyo último volumen salió en 2018, mismo año en que recibió el Premio de Ensayo Pedro Henriquez Ureña.
Fue un autor prolífico cuya obra incluye cuentos, poesías, novelas y ensayos. Su último libro, Un círculo, es una novela publicada por Interzona, que forma un tríptico junto a Tercera Fuente (2019) y La vuelta incompleta (2021).
En sus inicios se volcó por la poesía y publicó Feriados (1956) y El año que se nos viene y otros poemas (1959). Su segundo amor fue el ensayo y eligió ese género para escribir sobre Leopoldo Lugones, Horacio Quiroga, Esteban Echeverría, Macedonio Fernández y también sobre la lectura y la escritura.
Noé Jitrik había sido postulado al Premio Nobel de Literatura
Al comenzar este año un grupo de escritores se planteó una campaña para que Noé Jitrik fuera candidato al premio Nobel de Literatura. Adrián Desiderato, Luisa Valenzuela, Roberto Ferro, Conrado Yasenza, Mempo Giardinelli, Adrián Paenza, Luis Felipe Noé, entre otros fueron los autores de la iniciática.
“Creemos que la literatura de Noé Jitrik meritúa las más altas distinciones en la medida en que su narrativa cruza, de un modo asaz prístino y peculiar y en una doble secuencia, por una parte, la complejidad del acto de escribir, la difusa identidad de todo narrador, y la -por eso- inaprehensible -por multívoca- esencia de su decir, con, por la otra parte, el áspero pedernal de una terrenalidad histórica y social que late en los pliegues de su sintaxis de un modo coral y por detrás de la escena y configurando, de ese modo, un cruce de literatura y política devenidos herramientas con las que Jitrik mira y denuncia las reconfiguradas injusticias y azoramientos de un tiempo que se llama globalización pero que también se puede llamar tiempo de la esperanza del ser humano en lucha contra la tierra”, habían explicado en una carta, quienes postularon al escritor al Nobel.
“La voz de Noé Jitrik se ha vuelto inconfundible por la abrasiva suavidad de su escritura -valga, así, esta especie de oxímoron-, la que devela constantemente nuevos pespuntes y rebordes de los problemas más acuciantes de nuestro tiempo. Junto a Borges, Cortázar o Juan Gelman, por no citar sino sólo algunas referencias del país de los argentinos, Noé Jitrik es, a una, profeta y precursor en la expresión del espíritu hispanoamericano del siglo XX, al tiempo que se instituye, con su decir personalísimo y singular, en lúcido perceptor de las borrosas insinuaciones que laten en el presente como anticipación de un futuro cuyo verdadero 'ser-en-sí' constituye un enigma, que no un misterio, siguiendo, con esta oposición, al mismo Jitrik cuando nos dice que aquel tiende a revelarse y se revela, en tanto éste permanece, siempre, incógnito, pues incógnita es la fe religiosa a la que sirve”, continúa la presentación.
“Muchas y muy notables son las distinciones que ha recibido el escritor a lo largo de su vida. Y dejamos, por ello, la noticia y conocimiento de tales lauros, a la consideración de cuantas personalidades y organizaciones especializadas de la Argentina se digne consultar esa ilustre institución del Reino de Suecia, según lo establece el rito y la norma que presiden y determinan la incorporación de escritores a la nómina respectiva”, concluían los adherentes a la postulación de Noé Jitrik, la presentación ante la Academia Sueca.
RB / MCP