Basado en Hechos Reales reúne a escritores, periodistas y autores para compartir y debatir ideas sobre el género durante tres días. En su tercera edición, el festival de no-ficción congregó a tres escritores que tomaron sucesos y personajes trascendentales de la historia y los hicieron libros. Durante el panel "Lo que pasó, ¿pasó?", los autores hablaron de sus acercamientos a los hechos y de cómo se apropian de los recursos literarios para contar un pasado histórico. En la sala 102 del Centro Cultural Kirchner, el disparador de la periodista Fernanda Nicolini que abrió la discusión fue de qué manera los hechos del pasado y las versiones oficiales se vuelven narrativa, y cómo manejan Felipe Celesia, Olivier Guez y Felipe Pigna el "pacto de honestidad" con el lector, regla que subyace en sus escritos.
"Hay un pacto que no puede dejarse de lado con el lector es que lo que se cuenta en mis libros, ocurrió. Respeto los hechos fácticos, todo lo que puedo comprobar a través de datos y relatos. En mis libros no puede haber ficción, sí recursos literarios para contarlo", relata Celesia. Su más reciente trabajo, La muerte es el olvido, cuenta la historia del Equipo Argentino de Antropología Forense, que tuvo la tarea de identificar, entre tantos otros, a los desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. "Me atrevo a recrear algún diálogo posible: la forma de contarlo puede variar, pero los hechos son sagrados", asegura el ensayista.
Felipe Pigna, historiador y autor de numerosos títulos sobre historia argentina, coincide con esta visión. "Los hechos son los hechos y no se pueden modificar. Pasa a veces con personajes que tienen finales que dan lástima, y uno piensa que sería bueno poder cambiar ese final, pero por supuesto que eso no se puede hacer, no puede pasar de ese estado de tentación", dice.
Para el escritor francés Olivier Guez, esa es la primera cuestión que se plantea un escritor que va a trabajar con hechos históricos. Guez —autor de La desaparición de Josef Mengele, que reconstruye los años del médico nazi escondido en Argentina tras el Holocausto— considera que hay al menos tres ejes. "El primero es la meta historia, la gran historia, los hechos políticos y el contexto que la marcaron", donde, dice, el escritor no tiene ninguna excusa y tiene que respetarla.
En el segundo eje están los personajes y la relación entre ellos y con esa meta historia. En el tercero, al que considera "el más complicado", radica la vida cotidiana de la historia. “Las pequeñas cosas de la existencia respecto de las cuales no existen documentos. Por lo general el historiador se define entre los dos primeros pero el escritor, que es un bandido, va a querer insertarse en ese tercer nivel y conectarlos, lo que no significa que por bandido sea deshonesto", opina.
Basado en hechos reales: el festival de la "no ficción"
Los tres autores reconocen que la investigación y el tiempo que le dedican al archivo antes de ponerse a escribir es una especie de obsesión con la que, por meses, deben aprender a lidiar."El 'mal de archivo' es una neurosis y en algún momento hay que cortarla. Yo absorbo todo lo que hay sobre el tema, me convierto en el mayor especialista posible, y después escribo. Se necesita tiempo para llegar a eso, pero hay un momento en el que hay que poner un límite", dice Celesia. Para él, el límite es "cuando está cómodo para escribir", cuando tiene el material suficiente para avalar todo lo que va a decir.
"Uno entra en un estado obsesivo, de casi hipnosis", suma Pigna. Incluso lo resume con un episodio que vivió cuando estaba en el proceso de investigación sobre uno de sus libros de Eva Perón: "Me pasó que alguien se me acercó para que le firme un libro, y cuando puse la fecha escribí 20 de octubre del 1945", cuenta entre risas. "Se entra en una dinámica maravillosa, donde se ve todo lo que hay escrito sobre el tema y también implica cómo mirar de una nueva forma un documento que aunque se conoce, ahí parece la iluminación para decir algo que no está dicho", señala.
El periodista francés se confiesa como un "gran maniaco" del trabajo previo. Cuenta que primero se dedica a leer libros que no tienen que ver con su temática, pero que abordan personajes vinculados con los suyos. "Busco ver cómo trataron otros autores que a mí me interesan a personajes que pueden tener algo que ver con el mío. Después estudio muy seriamente el contexto histórico y el personaje. Hay que leer todo", dice.
¿Qué pasa con las versiones previas, diferentes y hasta a veces contrapuestas sobre un mismo hecho, o un mismo personaje que ya fueron escritas? "Se confronta con otras versiones del mismo personaje. Pasa eso por ejemplo con Perón: hay muchos "Perones", puede haber infinitas versiones de él", expone Felipe Pigna. La imparcialidad, asegura, no existe. “Uno elige un recorte y cómo contarlo. Lo que se nos debe exigir es la honestidad, aun en grados de incomodidad alta con lo que contamos".
Celesia, por su parte, asegura que trata de tomar las versiones sin prejuzgar, aunque advierte que es imposible incorporar toda la información existente sobre un tema, lo que implica hacer una selección. "Cuento solo lo que me parece sumamente importante. Ese poder también me incomoda un poco, porque tengo que decidir dar una u otra versión, hacer recortes", resume.
Tres días de no ficción
El festival abrió pasadas las 20 del jueves 28 de noviembre, en la cúpula del CCK, con la proyección de una entrevista exclusiva, desde Barcelona, al escritor español Javier Cercas. "El periodismo es más necesario que nunca porque estamos literalmente inundados de mentiras. Esto es un hecho fundamental de nuestro tiempo. Lo que pasa es que no basta: el periodismo es hoy mucho más difícil, porque requiere desmontar las mentiras, lo que es casi tan importante como contar la verdad", fue una de las ideas centrales que dejó Cercas en el reportaje.
Luego, la periodista cultural Ana Prieto presentó su monólogo de Stand up "¿Es el periodismo el mejor oficio del mundo?", y despertó risas al recopilar las vicisitudes de la profesión.
Organizado por Luciana Mantero, Cecilia González, Ana Prieto, Victoria Rodríguez Lacrouts y Víctor Malumián, el "Basado 3" tendrá durante las tres jornadas -28,29 y 30 de noviembre- paneles, talleres, entrevistas públicas y charlas de 60 autores y periodistas nacionales, y 4 internacionales. La entrada es libre y gratuita.
A.G./F.F.