Uwe y Gustav son dos hermanos en crisis matrimoniales y existenciales. El primero está recién separado, abandonado, mejor dicho, por su mujer, que lo acusa de egoísta, de vivir para sí mismo. Por su parte, Gustav, casado aún con Ulrike, es un arquitecto que acompañará a su hermano a un viaje de purificación a Japón. Sin embargo, será algo más que un solidario acompañante porque para él, también, esa experiencia tendrá mucho que ver con su insatisfacción y desencanto con su vida y su sexualidad, por lo menos.
Sabiduría garantizada o Iluminación garantizada, según traduzcamos Erleuchtung, la palabra clave en alemán, que le da el título a la extraordinaria película de Doris Dörrie de 1999, conlleva este argumento, que se filmó con un guion escrito a grandes rasgos y los dos actores que se llaman con sus nombres reales. Lo que interesa en esta suerte de road movie a pie es la idea de Japón como el lugar del malentendido por excelencia, el equívoco y la confusión, el error y la tergiversación, al tiempo que el espacio de la recuperación, la alegría, el encuentro con uno mismo, una forma de felicidad.
Facundo de Zuviría ni siquiera fue a Japón, pero así se llama la colección de fotografías que es su primera muestra individual en Fundación Larivière –con ochenta fotos que conforman cuarenta dípticos– bajo la curaduría de Francisco Medail y la presentación del libro que acompaña la exhibición. La Fundación, que abrió sus puertas al público en noviembre de 2022, cuenta con tres mil fotografías de la Colección Jean Louis Larivière, que van desde fines del siglo XIX hasta la actualidad, y una biblioteca con más de mil títulos especializados.
Nuevamente, el país asiático deja de ser un destino, una geografía, incluso un conocimiento, para transformarse en una idea toda hecha en Buenos Aires. O, en todo caso, en lugares indeterminados, capturados al azar, en un deambular errático como un cazador de imágenes y detalles, de fotos de fotos, de carteles, fragmentos, restos, pequeñas reliquias. Fotógrafo itinerante, De Zuviría va cámara en mano y en el bolsillo por la vida y recupera el entorno a su manera de ver.
En la organización de las fotografías en la sala hay otro guiño. De dos en dos, formando dípticos seleccionados y diseñados por Paula Serrat, la hilera se extiende hacia un infinito imaginario. Un horizonte de fotos que deja espacio en blanco para que otra idea de lo oriental japonés emerja: la pulcritud, el vacío y la mesura. Las alturas y los tamaños responden a un orden diáfano y controlado.
Por fin, Japón es un diario personal como esos diarios privados llamados nikki, entre los que se destaca el Tosa Nikki o Diario de Tosa, que es un diario poético escrito de forma anónima que detalla un viaje de cincuenta y cinco días en el año 935 regresando a Kioto desde la provincia de Tosa. Entre las fotos que fueron tomadas entre 2016 y 2020 hay una que hace arrancar la serie: la palabra Japón escrita en una vidriera y la sombra de unos árboles que evoca a los cerezos en una filigrana. Una construcción artificial y ficticia. La primera página de una narración que relata el viaje por una ciudad lejana, el paseo indefinido, paso tras paso, imágenes que se levantan como hojas de la vereda.
Japón
De Facundo de Zuviría
De jueves a domingos, de 12 a 19
Fundación Larivière Fotografía Latinoamericana. Caboto 564, La Boca, Distrito de las Artes, CABA.
