CULTURA
Narcolepsia - Diario Perfil

"No matarás (Un Memorial para Dylan Thomas): parte IV", de Rexroth

Coordenadas para una aproximación a la poesía.

Kennet Rexroth 20211008
Kennet Rexroth (South Bend, Indiana, 1905 – Montecino, California, 1982). | TW.Kenneth Rexroth @KennethRexroth

En el Suplemento Cultura de Diario PERFIL, ofrecemos cada semana "Narcolepsia - Coordenadas para una aproximación a la poesía", y en esta ocasión el texto elegido es "No matarás (Un Memorial para Dylan Thomas) parte IV", del estadounidense Kennet Rexroth:


Él está muerto.
El pájaro de Rhiannon.
Él está muerto.
En el invierno del corazón.
Él está muerto.
En el profundo valle de la muerte,
Finalmente lo encontraron mudo,
En la tormenta de nieve de mentiras.
Él nunca habló de nuevo.
Él murió.
Él está muerto.
En sus manos antisépticas.
Él está muerto.
El pequeño hechicero de Cader Idris.
Él está muerto.
El gorrión de Cardiff.
Él está muerto.
El canario de Swansea.
¿Quién lo mató?
¿Quién mató al iluminado pájaro?
Tú lo mataste, hijo de puta.
Lo ahogaste en tu cóctel cerebral.
Él cayó y murió en tu corazón sintético.
Tú lo mataste.
Oppenheimer, asesino de millones,
Tú lo mataste,
Einstein, la Gris Eminencia.
Tú lo mataste.
Havanahavana, con tu Premio Nobel.
Tú lo mataste, General,
Con los medios más apropiados.
Tú lo estrangulaste, Le Mouton,
Con tus mains étendues.
Él confesó en una audiencia pública ante un cráneo con prismáticos.
Tú le disparaste en la nuca
Mientras él se tropezaba en la última bodega.
Tú lo mataste,
Benigna Señora en la estampilla.
Lo encontraron muerto en el almuerzo del semanario liberal.
Lo encontraron muerto en el piso de la sala de edición.
Lo encontraron muerto en la conferencia política de la revista Time.
Henry Luce lo mató con un telegrama dirigido al Papa.
La revista de moda Mademoiselle lo estranguló con un corpiño relleno.
El viejo Possum lo roció con una bolsa de té.
Cuando los lobos terminaron, los vaticidas
Arrastraron sus intestinos hacia sus clases y sus publicaciones trimestrales.
Cuando llegaron las noticias de la radio
Tú personalmente gritaste: “¡Dennos a Barrabás!”
En tu solitaria multitud le pasaste por encima.
Tus zapatos hechos a medida y tus zapatillas de ballet
Lo patearon hasta morir en la empedrada calle.

Lo golpeaste con un álbum de Hundermith.
Lo apuñalaste con el acero inoxidable de Isamu Noguchi.
Él está muerto.
Él está muerto.
Como Ignacio el torero,
A las cuatro de la tarde.
A las cuatro en punto.
Yo tampoco quiero saberlo.
Yo tampoco quiero escucharlo.
Quiero salir corriendo a la calle,
Gritando, “¡Recuerden a Vanzetti!”
     Y todos los pájaros del profundo océano se levantaron
Sobre los lujosos cruceros y gritaron,
“¡Tú lo mataste! Tú lo mataste.
Con tu maldito traje de Brooks Brothers,
Tú lo mataste, hijo de puta”.

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(Trad. Juan Arabia)

 

Este poema fue escrito por Kennet Rexroth (South Bend, Indiana, 1905 – Montecino, California, 1982) de una sentada, unas horas después de recibir una llamada telefónica desde Nueva York con la noticia de que Dylan Thomas había muerto. El poema circuló ampliamente entre todos sus amigos. Las copias fueron claramente etiquetadas: “PARA NO SER PUBLICADO”. Sin embargo, fue impreso sin autorización en japonés, griego, francés, inglés y varios otros idiomas, aunque de forma abreviada. 

El poema se dirige contra el vigésimo, el Siglo del Horror. Dice lo mismo que Hölderlin y Baudelaire afirmaron sobre el siglo diecinueve, pero con el beneficio de lo que los filósofos llaman “una serie de inclusión”: cien años más.