Figura emblemática del arte urbano y siempre fiel a su estilo (en el anonimato y rodeado de misterio), el artista británico vuelve a provocar al mundo con ocho obras que reflexionan sobre migración y las amenazas terroristas.
Figura emblemática del arte urbano y siempre fiel a su estilo (en el anonimato y rodeado de misterio), el artista británico vuelve a provocar al mundo con ocho obras que reflexionan sobre migración y las amenazas terroristas. |
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Banksy, la estrella británica del arte callejero, cuya identidad se desconoce, reconoció que varias de las obras que aparecieron en estos últimos días en las calles de París eran suyas, entre ellas la de una niña negra que dibuja motivos florales de color rosa sobre una esvástica (después vandalizada). Según la cadena BFM TV, la imagen hallada en el norte de la ciudad, cerca de un antiguo centro de inmigrantes desmantelado en marzo, se realizó el 20 de junio, Día Mundial de los Refugiados. Otras imágenes son íconos de este artista, como una rata volando sobre el corcho de una botella de champagne descubierta en un parking del Pompidou, en homenaje a Mayo del 68. Según publicó Banksy en su cuenta de Instagram con una foto de este grafiti: “Cincuenta años después de los eventos de mayo de 1968 en París. Ahí donde nació el arte de registro moderno”, dijo aludiendo al Museo Nacional de Arte Moderno que se encuentra en el Pompidou.
Banksy reconoció igualmente una obra plasmada en los muelles del Sena (dos ratas con bombín y sombrilla) y otra en el exterior de la sala Bataclan, blanco del atentado yihadista en noviembre de 2015. Se trata de una silueta con semblante triste realizada con pintura blanca sobre una puerta negra, a través de la cual muchos espectadores del concierto de la banda Eagles of Death Metal lograron huir y salvar sus vidas. Otro grafiti apareció en un muro al lado de la Universidad de la Sorbona, donde se puede ver a un hombre elegante que oculta en su espalda una sierra, mientras le da un hueso a un perro que exhibe una pierna amputada. También se adjudicó una versión de la famosa pintura Bonaparte cruzando el Gran San Bernardo (1801) de Jacques-Louis David. En la imagen, la cabeza de Napoleón está cubierta con un denso velo rojo.
Banksy es famoso mundialmente por sus grafitis al aire libre, como en el muro de la frontera entre Israel y Cisjordania, y en Disneylandia, donde introdujo un retrato de tamaño natural de un detenido en la prisión estadounidense de Guantánamo. En 2015, las autoridades francesas colocaron una funda protectora sobre su grafiti de Steve Jobs como refugiado en una pared de un campamento de inmigrantes en Calais, al norte de Francia. Algunas de sus obras han logrado récords de venta, como la colaboración con Damien Hirst (Keep It Spotless) subastada 1,8 millones de dólares en 2008 en Nueva York. A principios de este mes, Trolley Hunters (tres hombres con armas primitivas frente a tres carritos de supermercado), un grabado valorado en 38 mil dólares, fue robado de una galería de Toronto.
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La identidad de Banksy es uno de los secretos mejor guardados del arte contemporáneo, aunque se han dado varios nombres (entre otros el de Jamie Hewlett, un historietista británico creador del cómic anarquista Tank Girl y cofundador de la banda Gorillaz). De hecho, parece que nadie conoce el nombre de este artista originario de Bristol que denuncia el consumismo, la opresión estadounidense y la situación de los refugiados. En 2012 se publicó su libro Freedom Through Football: The Story Of The Easton Cowboys & Cowgirls, donde se ve la única fotografía tomada a Banksy mientras realiza un grafiti zapatista en Chiapas, en 2001.
