“Los personajes de esta novela no están nunca verdaderamente vivos ni verdaderamente muertos”, dice de ellos el escritor y periodista cultural, Guillermo Piro encargado de la contratapa de Tango para orquesta y esvástica, la ópera prima de Demetrio López. La novela transcurre solo en una noche, comienza al ritmo de un tranvía y se define con la salida del sol entre navajas, abrecartas y venenos, mientras que en el medio se superponen intrigas y asesinatos.
En el relato no se aclara la fecha de los sucesos, pero hay pistas: Juan Domingo Perón es el presidente, se habla de plan quinquenal, el cabaret Chantecler, Osvaldo Pugliese y uno de los personajes que abre la historia va con su bandoneón a sumarse a una orquesta de tango que tocará en un café que bien podría ser un cabaret, pero al que va un público selecto.
Demetrio López es psicólogo, conductor de radio y productor de televisión y, tras varios años de leer mucho y entrevistar numerosos escritores, se aventuró a crear su propia ficción. El proyecto del libro comenzó en 2011 y se fue reformulando hasta este año que salió publicado por la editorial Azul Francia.
“Como en realidad es una novela policial disfrazada de novela social, no hay un personaje principal porque lo principal son los muertos”, añade Guillermo Piro en la contratapa. “Más que preguntarse quién pudo haber sido el responsable de los asesinatos de la historia, aparece la pregunta sobre qué está sucediendo, porque no está sucediendo lo que los protagonistas creen que está sucediendo, por lo menos el que está investigando”, destacó el autor en diálogo con PERFIL.
“Tango para orquesta y esvástica”
Hay varios destacados en el libro, uno de ellos es la creación de muchos personajes principales de la gran orquesta de tango y darle a todos su espesor, su perfil, forma de hablar, su historia y la justificación de estar allí. Una comunidad de músicos que deberá tocar en una “noche especial” en la que parece que irán el Presidente y la primera dama, pero que se enrarece con la inclusión de dos músicos “importados” de la Alemania nazi.
"¡Tango!": Detrás de escena de la primera película sonora argentina, que descolocó a Hollywood
En ese contexto, mientras aparece la timba en formas variadas, cocaína, sexo y whisky, se incrementa la tensión, un clima plagado de paranoia que envolverá al lector de desconfianza sobre todo lo que ocurre y avanzará hasta encontrar una explicación a todo ello.
Demetrio hace una jugada: comienza el libro con uno de los últimos capítulos, el 53 y en el medio decide correr el 25 hacia el final. El lector se preguntará si es un capricho, un juego o un enigma. La decisión de esos corrimientos juega un rol que podría juzgarse cinematográfico: comenzar con una acción violenta, de impacto que obliga a volver hacia atrás para entender cómo se llegó allí. Y deja para el final un movimiento temporal que brinda un cierre nostálgico como un tango.
“Ahora estoy haciendo una segunda parte porque hay un montón de cosas que no están explicadas, quién es uno de los personajes centrales, de dónde viene, cómo llega ahí”, anticipó Demetrio López. .
En el entrecruzamiento de enigmas y debates políticos, el personaje invitado para cantar en la orquesta sentencia: “Piense: cuando usted lucha y pelea por conseguir un éxito artístico, está demasiado ocupado como para que haya otra cosa en su mente. Y si todo sale bien, y usted logra eso que busca… justo ahí se acaba todo. Y eso que hablo del arte, que es una mentira, pero al menos es la mentira más verdadera”.
RB/fl
