Juan José Hernández
Nada común un poeta que,
como Giannuzzi, sepa combinar sus afanosas incursiones metafísicas con una sensibilidad cercana a la clarividencia; raro, muy raro, en nuestros escritores, ese don de
sugerir, de borrar contornos y de crear, para el fracaso de la mente
indagadora, los espejismos de la intuición poética. También
sorprenden el modo lúcido,
tierno, con que Giannuzzi nombra las cosas de la tierra
(aparentemente extrañas,
herméticas) y descubre correspondencias entre ellas y los acontecimientos humanos. […]
Nuestros días mortales. Reseña. Sur Nº 261, noviembre-diciembre de 1959.
Jorge Fondebrider
[...] Me armé de valor, busqué su teléfono en la guía telefónica de la ciudad y, con un coraje que ya no tengo, lo llamé. Giannuzzi accedió a recibirme. Tenía un departamento cerca de la Plaza Flores. Recuerdo que cuando llegué le dije que quería charlar con él. Con el mayor caradurismo, le propuse grabar las conversaciones y, si él estaba de acuerdo con los resultados, hacer un libro. Enseguida me mostró uno de los rasgos más dominantes de su carácter: dijo sentirse muy honrado, pero agregó que era incapaz de pensamiento abstracto, que lo único que podía hacer era tartamudear penosamente frente al grabador e hizo todo lo posible para desanimarme. Cuando vio que no iba a tener éxito, me dio ejemplares de todos los libros que yo no tenía y me despidió hasta nuestra primera entrevista, que tuvo lugar unos quince días más tarde. Así, durante varios domingos de junio y julio de 1983 me dediqué a hacerle todo tipo de preguntas. Empecé por preguntar lo que yo quería saber y seguí preguntando por las cosas que imaginé podrían interesarles a otros lectores. Cuando Giannuzzi era consciente de que hablaba delante de un grabador, contestaba con monosílabos; cuando se olvidaba, decía lo que uno podía esperar del autor de tan magníficos libros como los suyos.
Memoria de una causa personal (fragmento), prólogo a Poesía completa, Sevilla, Biblioteca Sibila-BBVA. 2009
Los testimonios pertenecen al libro Giannuzzi. Reseñas, artículos y trabajos académicos sobre su obra, Jorge Fondebrider (compilador),
Ediciones del Dock, 2010.
