Cultora del bajo perfil, de los deportes y la vida sana, Antonela Rocuzzo (24) prefiere siempre los segundos planos. Y si los puede evitar, mejor. A diferencia de sus pares como Wanda Nara o la ya demodé Mariana Nannis, prefiere no hacerse ver. Más bien, se esconde. Aún cuando esa tarea se vuelve complicada no sólo por acompañar a alguien que hace mucho dejó de ser ese chico de Rosario, sino también por su belleza singular.