El primer tiempo fue puro dominio de Argentinos, que manejó la pelota a voluntad, generó situaciones de peligro pero por la falta de puntería de sus delanteros sólo concretó una.
El local buscaba atacar por las bandas, con el trabajo de Sebastián Carrera por derecha y el uruguayo Gonzalo Choy González por izquierda, para abrir a la defensiva línea de cuatro de Quilmes.
Los de Alberto Fanesi de a poco se fueron replegando en su terreno y nunca pudieron, en el primer acto, acercarse al arco defendido por Marcelo Pontiroli.
El dominio de Argentinos era total y parecía que en la cancha había un solo equipo, porque sólo los "Bichitos" se dedicaban a jugar. El déficit del local fue la definición porque sus volantes y delanteros llegaban libres a posición de gol, desnudando falencias defensivas en el equipo sureño, pero no lograban ser finos en la puntada final.
A los 25, Damián Musto se equivocó en un despeje y le cedió el balón al delantero Leonel Núñez quien se aproximó al arco y sacó un terrible remate que el arquero Damián Grosso logró rechazar.
Recién a los 36, Argentinos pudo quebrar el cero con un golazo de Hauche. El ex Temperley tomó un rebote dentro del área, con un caño y amague se sacó de encima a Diego Capria y remató al primer palo con un tiro rasante.
De esta manera, los de La Paternal le pusieron justicia al marcador pero la mínima diferencia le daba al pálido Quilmes alguna ilusión para la segunda parte. En el complemento, Argentinos equivocó el camino porque se dispuso a esperar al rival para salir de contra. Así, el equipo quilmeño comenzó a crecer y le robó la pelota a la escuadra de La Paternal.
Quilmes no era peligroso, pero le rodeaba el área a Argentinos con pelotas paradas. En los primeros minutos, Diego Capria avisó con un cabezazo que salió a centímetros del palo derecho de Pontiroli.
El paraguayo Vidal Sosa se fue expulsado a los 17 por doble amonestación, pero el hombre de menos no le impidió a Quilmes seguir avanzando.
El técnico Fanesi se dio cuenta de la remontada de sus dirigidos y mandó a la cancha al estratega Batalla para conseguir la igualdad. La primera que tocó el ex Vélez Sársfield la convirtió en gol. A los 27, Batalla la tomó en tres cuartos de cancha, se sacó de encima a Néstor Ortigoza y antes de pisar la medialuna sacó un violento disparo que se metió en el ángulo superior derecho de Pontiroli.
Luego del gol, Argentinos se vio apurado y se acordó tarde de atacar. Por su parte, Quilmes se retrasó y defendió el punto conseguido como visitante.
La impotencia del local se reflejó en la expulsión de Pablo Barzola, por sumar su segunda tarjeta amarilla.
De esta manera, el empate fue justo porque Argentinos dominó la primera parte pero después se retrasó en el campo y acrecentó a Quilmes que llegó a la igualdad.