Bocinazos, petardos, fuegos artificiales y canciones futboleras de victoria explotaron anoche en las calles de Barcelona pocos minutos después del silbato final del encuentro decisivo de la Liga de Campeones en la que el Barça de Lionel Messi se impuso al Manchester inglés por 2 a 0.
Alrededor de 100 mil "culés", como se los llama a los hinchas azulgrana, convergieron de repente en el centro de la ciudad, en la zona de la Plaza de Cataluña y en las populares Ramblas, escenario vibrante de la ciudad condal. La fiesta se prolongó hasta la una y media de la madrugada, media hora antes de que cerrara el metro y los trenes con estaciones aledañas.
Sin embargo, los festejos fueron empañados por algunos incidentes producidos entre hinchas del club catalán. Un total de 119 detenidos -acusados de cometer delitos de "desorden público, daños y atentado y/o resistencia a la autoridad"- y 153 heridos fue el saldo de la noche.
Muchos jóvenes turistas, estudiantes extranjeros y jóvenes inmigrantes participaron de la fiesta, mientras un importante dispositivo policial podía verse en los alrededores de la fuente. Miles de otros aficionados iban llegando a medida que pasaban los minutos desde la zona alta de Barcelona, desde el puerto y desde las comarcas cercanas.
Si bien muchos bares y cafés cerraron para evitar aglomeraciones, la cerveza circuló por entre la multitud gracias a vendedores furtivos que la noche de ayer se hicieron su agosto.
Fuente: AFP y DPA