“Desde hace un tiempo, en Boca lo único que importa es ganar. Carlos (Bianchi) elevó el piso de este club. Ahora la gente está acostumbrada a ganar algo todos los años.” Sabe Carlos Ischia que los proyectos a largo plazo se asumen solamente desde la retórica de los dirigentes. Y que sus días en Boca dependerán de que sus buenos muchachos entiendan rápido su propuesta.
“Si no gano algún título en este semestre sería un fracaso”, dispara al comienzo de la entrevista con PERFIL. Por delante, tendrá el Clausura, la Recopa y la Copa Libertadores.
—¿No se exige demasiado a sí mismo?
—Boca es el que exige. Y ahora mucho más que antes. Fijate que el técnico anterior (por Miguel Angel Russo) ganó la Copa Libertadores y se tuvo que ir igual. Acá no te sirve ni un título por año.
—¿Y si no gana nada antes de fin de año?
—Es simple: sé que si no gano nada en el primer semestre, me tengo que ir.
Su discurso es frontal. Claro. Si su Boca no difiere de su personalidad, se verá un equipo directo, ganador, capaz de adaptarse, incluso, a las adversidades. “A mí me gusta jugar con enganche”, anticipa. Y se entusiasma: “Riquelme está entre los tres mejores del mundo en su puesto”. Sin embargo, Ischia evidencia que pretende “un equipo” y no al Diez más otros diez. “No podemos depender de un sólo jugador, seríamos muy ingenuos”, aclara con una mueca de suficiencia que enmarca sus palabras.
Más información en la Edición Impresa.