La final de la Copa Argentina enfrentará a Argentinos Juniors e Independiente Rivadavia de Mendoza en un duelo que promete emociones fuertes y estilos bien definidos. Mientras los de La Paternal destacan por su funcionamiento colectivo, los mendocinos apuestan por el talento individual y la inspiración de sus figuras.
La previa de la final de la Copa Argentina, bajo la lupa de Cueste lo que cueste
Argentinos Juniors fue uno de los más destacados del año. En el primer semestre mostró un fútbol fluido y de alto nivel, y aunque en la segunda parte del año esa regularidad fue más intermitente, sigue siendo un conjunto con identidad.
Su juego se apoya en nombres como Alan Lescano, considerado uno de los mediocampistas más completos del torneo y con futuro europeo, y López Muñoz, desequilibrante y capaz de cambiar el ritmo de cualquier partido. A ellos se suman el talentoso Federico Fattori, el goleador Molina, y jóvenes promesas como Tobías Ramírez y el defensor Román Riquelme, de gran proyección.
El conjunto mendocino llega a esta definición con la ilusión de coronar una campaña histórica. Si bien no atraviesa su mejor momento en el torneo local, Independiente Rivadavia se apoya en el liderazgo absoluto de Sebastián Villa, su capitán y figura. Su sociedad con Arce en ataque y el aporte defensivo de Studer, clave en el juego aéreo, completan una base que sostiene el sueño de la Lepra.
Argentinos intentará reafirmar su buen presente con un título que no consigue desde 2010, mientras que Independiente Rivadavia va por el primer trofeo nacional de su historia y el anhelado boleto a la Copa Libertadores.
Una final con estilos opuestos, figuras en gran nivel y la promesa de una noche inolvidable para el fútbol argentino.