Suspensiones de partidos todos los fines de semana, amenazas a jugadores, barrabravas que siempre se las arreglan para entrar a los estadios, policías que reprimen mientras sonríen alegremente, encuentros que se completan días después. En un año en el que se han visto irregularidades de todo tipo, llama la atención que no sean tantas las voces que se alcen contra la plana mayor de la AFA.
Como es habitual, uno de los que salió a criticar la gestión de Julio Grondona, es Raúl Gámez, ex presidente -y actual vice- de Vélez Sarsfield, quien dijo que todos los dirigentes de AFA tienen responsabilidad en los hechos de violencia y que estos "sirven para tapar algunas cosas".
“Estamos siempre a merced de Grondona y lo que él decida”, afirmó Gámez a perfil.com.
El ex presidente de Vélez opinó que la única solución posible pasa por “ cambiar los dirigentes que están al frente de AFA”, aunque no fue demasiado optimista con respecto a esa posibilidad.
“No hay posibilidad de que Grondona pierda en elecciones, porque nadie se atreve a enfrentarlo”, aseguró Gámez.
Los motivos del desequilibrio de poder en el organismo que maneja los destinos del fútbol argentino son muy claros para el dirigente del “Fortín”: el “temor a ser castigados” y los “riesgos económicos y deportivos” derivados de enfrentar a un “sistema mafioso”.
Gámez aseguró que se fue del Comité Ejecutivo de AFA “para que no sigan castigando a Vélez y seguir luchando para tratar de cambiar a la conducción”.
Sin embargo, el dirigente reconoció no tener apoyo de otros colegas, quienes prefieren evitar posibles “castigos” sobre sus clubes.
El panorama no es demasiado alentador. Gámez dijo que los pasos a seguir son “por lo menos, instalar en la sociedad que lo de Grondona es muy malo” y esperar a que “Don Julio” abandone su sillón por voluntad propia. En ese caso, al ex presidente de Vélez lo “seduce” un posible sucesor: Carlos Heller, ex vicepresidente de Boca.