El dictamen de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDF) que exige desarticular en un plazo máximo de 18 meses la fusión Disney-Fox abrió un nuevo escenario para el negocio del deporte televisado, un hecho de “interés general” cuando se trata del fútbol argentino que millones de personas ven por TV todos los fines de semana.
Si bien transcurrieron apenas cinco días desde que se publicó la resolución del organismo estatal, ya son varias las empresas que merodean para quedarse con los 11 “contenidos fundamentales” que menciona el fallo, con la Copa Libertadores, la Champions League y la Fórmula 1 como las competencias más atractivas y taquilleras.
El lobby y la disputa no es sólo por lo que se fijó o nombró la CNDC, sino por todo lo otro. Diferentes actores del círculo rojo estudian el nuevo escenario para avanzar y modificar el esquema actual de televisación de la Liga Profesional, ahora un torneo XXL con 28 equipos y 14 partidos por fecha.
Fusión Disney-Fox: entre la desinversión parcial y la judicialización
El proyecto de ley presentado por el senador Oscar Parrilli, quien responde directamente a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se enmarca en esa flamante disputa. La idea comenzó a gestarse en mayo de 2021, pero fue apurada cuando el dictamen de la CNDC estaba listo, hace un mes: las 138 páginas del fallo tuvieron su punto final el 23 de diciembre de 2021, los directivos de Disney se enteraron el 27 de diciembre pero todo se hizo público el último martes.
El “Proyecto Parrilli”, como lo llaman peyorativamente en algunas oficinas no solo de empresas, tuvo la colaboración inicial de Daniel Ferreiro, exvocero de Claudio “Chiqui” Tapia y ahora enfrentado con el presidente de la AFA. El objetivo es garantizar la gratuidad de un tercio de la fecha del torneo de Primera, con los dos partidos más convocantes incluidos. En algún punto coincide con la medida transitoria que determinó la CNDC hasta que se apruebe el plan de desinversión de Disney: que los partidos de Boca y River se transmitan de manera abierta y gratuita, lo que en Disney definen como un “golpe directo al negocio”.
Tildado de “fuego de artificio” en el círculo empresario, el proyecto de ley —además de exponer, otra vez, las visiones contrapuestas de las distintas líneas del Gobierno— apunta más a TNT Sports que a Disney. ¿Por qué? Mientras que la multinacional del Ratón Mickey extendió su vínculo con la AFA hasta 2030 hace un año, Turner mantiene la relación contractual firmada en 2017: la que fijaba cinco años (2017-2022) con una posibilidad de prórroga por otros cinco. Esa prórroga, que sería desde junio de este año, es uno de los aspectos por los que camina el plan del senador cristinista: “Se convino que las empresas deberían notificar a las entidades del fútbol el ejercicio de la opción en un plazo no menor a los seis meses de finalización del plazo de vigencia, es decir, diciembre de 2021”, se lee en el documento que empezará a debatirse en la comisión de Deportes del Senado. ¿TNT Sports ya avisó que renovará el vínculo hasta 2027? El 9 de diciembre notificaron vía escribano público la extensión. No obstante, ante la consulta sobre esa cuestión, en AFA son lacónicos: “Nuestro diálogo es casi nulo”.
La mala relación con la AFA origina miedo y tensión en la filial argentina de Turner, encabezada por Enrique Sacco, alguien que ni en el edificio de Viamonte 1366 ni en la Casa Rosada genera adhesión: en la AFA y en la Liga lo recuerdan por su pasado en la Superliga; y en las oficinas de Gobierno por su negativa en las negociaciones para que la señal cediera dos partidos y se transmitieran por la Televisión Pública (algo que sí hizo Disney, aunque no le sirvió para su principal objetivo).
Viejos enemigos
Así como el Gobierno se vale del contexto para instalar una idea de difícil concreción, en la otra parte del tablero, el Grupo Clarín también evalúa alternativas para volver al terreno que lo hizo crecer durante toda la década del noventa. En ese suelo fangoso, en definitiva, es donde el Grupo tonificó sus tentáculos.
Tres personas le advirtieron a PERFIL que Cablevisión Flow sondea la posibilidad de aliarse con alguna de las cadenas dueñas de los derechos televisivos del fútbol para incluir una parte de la grilla de partidos en el servicio básico, un método para fidelizar clientes en un contexto de fuga hacia las OTT como Netflix, Amazon, HBO o Disney+.
No es un objetivo que sólo persiga Cablevisión Flow, sino otros poderosos cableoperadores como Telecentro, del Grupo Pierri, o DirecTV, comprado recientemente por el Grupo Werthein, también dueño de la empresa Torneos, a cargo de la producción de las transmisiones de los partidos de la Liga Profesional que se ven por las pantallas de TNT Sports o Fox Premium. Hay quienes ven en esta idea una explicación de algunos movimientos realizados por la familia Werthein en el último año.
¿Podrá concretarse algo de todo lo que da vueltas? Un presidente de un club importante lo dice sin rodeos: “Si a los clubes les aseguran más plata por mes, firman dónde y con quién sea”. Esa fue la lógica que prevaleció en 2009, cuando rompieron el contrato con TSC (Clarín-Torneos) y sellaron el Fútbol para Todos, y en 2017, cuando firmaron con ESPN-Fox para que el fútbol volviera a la órbita privada. Porque aunque en el medio esté la pasión y la cultura popular, como todo negocio, el del fútbol también tiene dos maneras de cerrarse: con plata o con lobby.