El jefe de la barra brava de Boca Juniors, Mauro Martín, se presentó esta tarde en una cárcel de contraventores en el barrio porteño de Villa Crespo, para cumplir 16 días de encierro en el marco de una causa por incidentes en el ingreso a la cancha de Vélez durante un partido en 2006.
Cerca del mediodía Martín junto a su abogado defensor Horacio Rivero se presentaron ante el juez contravencional Ladislao Endre para informarlo de que iba a cumplir con la pena que le quedaba pendiente, al tiempo que presentaron un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia.
Tras el trámite en el juzgado, Martín ingresó junto a su abogado a la cárcel de contraventores ubicada en Humboldt al 300, junto a la cancha de Atlanta, iniciando el cumplimiento de los 16 días de arresto que le quedaban pendientes de un juicio abreviado que llevó adelante el juez Endre el año pasado.
La cárcel se encuentra ubicada en Humboldt 350 debajo de la platea del estadio del Club Atlético Atlanta. Después de subir una escalera en el primer piso se encuentran cuatro agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) y tres habitaciones con un total de 12 camas.
Fuentes de la Subsecretaría de Justicia porteña informaron que pueden abandonar la celda y salir a recrearse por un máximo de 45 minutos a las instalaciones del club, acompañados por un guardia. Así lo permite el contrato celebrado entre el gobierno de la ciudad y Atlanta, que cedió gratuitamente el inmueble en comodato por un año, prorrogable por otro más.
Tal vez Mauro Martín pida permiso para ver el primer tiempo del partido que Atlanta y Deportivo Español jueguen el domingo en el barrio de Villa Crespo.
