Vibrante fue el partido que Independiente le ganó 3-2 a Nueva Chicago, en el encuentro correspondiente a la undécima fecha del torneo Apertura. Ismael Sosa, que entró en el segundo tiempo, fue la figura de la cancha al convertir los tres goles del equipo de Avellaneda.
El primer tiempo empezó con todo para el Rojo, que de la mano del Rolfi Montenegro hacía sufrir a la defensa del Torito.
Antes de los cinco minutos, primero el colombiano, Vladimir Marín, con un remate cruzado desde la izquierda –que tapó de forma fantástica Daniel Vega-, luego Montenegro con un disparo de la derecha, pusieron a los de avellaneda apunto de romper el marcador a su favor.
Independiente bajó la intensidad, mientras que Chicago no se podía plantar en la cancha: el partido se volvió chato.
Ni el talentoso Federico Higuían, ni Hanuch podían quebrar la defensa local, que se adelantaba para tirar el offside., siempre al límite de quedar enganchada.
Los de avellaneda volvieron al ataque de la mano de Germán Denis, que a la atropellada casi anota a los 20 minutos, el partido no levantaba vuelo.
La más clara para El Diablo vino a los 35 minutos, cuando, tras un gran centro de Rodrigo Díaz, el Rolfi conectó un perfecto cabezazo, para que se luzca Vega que, a puro reflejo, manoteó la pelota por arriba del travesaño.
Y cuando parecía que se iban a descansar con los arcos invictos, un mal despeje de la última línea de Independiente, provocó que el esférico le quedara al Pipita Higuaín, que impactó un violento remate que Oscar Ustari sólo atinó a mirar: 1-0 para la visita.
El complemento arrancó adormecido. Independiente amagaba pero no concretaba. Ni Sergio Orteman por la derecha, ni Emiliano Armenteros por izquierda lograban lastimar a Chicago que se aglutinaba en su campo.
Antes de los diez minutos, el técnico del Rojo, Jorge Burruchaga, mandó al campo Gastón Machín junto al juvenil Ismael Sosa, que ingresaron por Orteman y Armenteron, que habían tenido un partido mediocre.
El rubio ex volante de Argentinos Juniors, junto al habilidoso juvenil delantero le dieron otra movilidad a la ofensiva de Independiente, aunque no lograban lastimar a la ordenada defensa del Torito.
La impotencia del Rojo en ataque, se traducía en jugadas de contra para los visitantes. Mariano Donda, a los 20 minutos de la segunda mitad, se escapó por derecha y sacó un fuerte disparo que Ustari contuvo con categoría.
En la jugada siguiente, Díaz se la tocó a Sosa, éste se acomodó para su perfil derecho y sacó un tiro desde la medialuna del aérea, al palo derecho de Vega que no alcanzó a desviarla: 1-1, era justo.
Ahí se abrió el partido. De manera paradójica, una vez que Independiente empató, Chicago tuvo dos claras situaciones de gol, que la figura de Ustari evitó. Primero le sacó un cabezazo a Donda y de forma casi inmediata le tapó un mano a mano a Higuían.
El Rojo seguía con la intención de buscar el arco rival, sin embargo era Chicago el que lastimaba más en el contraataque.
Y a los 36 minutos –un minuto antes de que Chicago se quedara con diez, por la expulsión de Mariano Fernández-, una contra comandada por el ingresado Sergio Viturro, que agarró una vez más a la defensa de Independiente mal parada, la definió el Pipita, tras un precioso pase de cacheteada: 2-1 para el equipo dirigido por Rodolfo Motta.
El conjunto de Avellaneda se fue con todo al ataque, pero desaparecido Montenegro durante todo el complemento, no encontraba las formas de generar peligro.
Pero una bonita jugada de Juan Eluchans, en la cual Denis habilitó al pibe Sosa, donde éste no dudo en pegarle fuerte ante la salida de Vega, significó el empate para el Rojo: 2-2, iban 45 minutos.
Cuando daba toda la sensación de que el empate le quedaba bien al partido, Sosa, al segundo minuto de descuento, apareció otra vez por el espació que dejó Fernández al abandonar la cancha, para clavar un bombazo al primer palo de Vega: 3-2, el Cilindro de Avellaneda era un delirio rojo.
De esta forma, los conducidos por Burruchaga suman 19 puntos, mientras que Chicago se quedó con 11 unidades, sin poder romper la racha negativa sin triunfos que tiene como visitante.